Las revelaciones de Wikileaks sobre las disputas internas en la Suprema Corte de Justicia vienen a confirmar un hecho que se hizo vox populi durante un largo período de tiempo, cuando era conocido el proceso penal a los implicados en el caso Baninter.

Si la embajada norteamericana redactó un documento sobre ese caso, y habló directamente con el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Jorge Subero Isa, con quien –en privado y en absoluta confidencialidad- abordaron lo relativo a Rafael Luciano Pichardo, el sustituto del presidente de la SCJ, Jorge Subero Isa, quiere decir que el tema era de mucho interés y que había despertado preocupaciones.

Todo cuanto se redacta en el documento era comidilla en los corrillos judiciales y políticos. El presidente de la SCJ, en realidad, lo que hizo fue ponerle nombre y apellido a lo que estaba pasando, pero sin pensar que aquello sería objeto de divulgación en algún momento.

Lamentablemente, el relato de esa conversación entre Hans Hertell y Roland Bullen con Jorge Subero Isa, ahora es del dominio público por la síntesis que se escribió y se envió al Departamento de Estado. Algunas gentes se razga las vestiduras, en especial contra las revelaciones de Subero Isa en una embajada de un país extranjero. Se le quiere cuestionar por la falta de discreción, tomando en cuenta que una de las virtudes de un juez presidente de una Corte Suprema, debe ser la discreción.

Subero Isa, sin embargo, es un gerente. Administra el poder judicial, y más que redactar sentencias, es la persona responsable de dar la cara por el Poder Judicial. Es la persona que se relaciona con sus pares del exterior. Es el funcionario del Poder Judicial que discute y pone en funcionamientos proyectos con financiamientos del exterior, vinculados al poder judicial.

Si se observa el diálogo descrito, se verá que una buena parte de las informaciones que se ofrecen tienen que ver con el programa de mediación que ha desarrollado la SCJ con Participación Ciudadana, y que ha sido muy exitoso. Subero habló sobre la segunda ola de reformas del sector judicial. Es decir, que se trató de un diálogo institucional.

El mismo documento dice que fue algo confidencial. Textualmente se dice lo siguiente sobre el diálogo de Jorge Subero Isa con los dos diplomáticos: “describió confidencialmente los planes para un futuro fortalecimiento del sector judicial, detalló la lucha contra la corrupción judicial y recalcó algunos de los temas más urgentes  sobre la reforma que enfrenta actualmente la República Dominicana”.

Aspectos picantes siempre surgen en este tipo de conversaciones, y uno de ellos muy probablemente fue propuesto por los diplomáticos: la corrupción de jueces y el caso Baninter. No hay que hurgar demasiado para darse cuenta que en el momento en que se dio el diálogo, en septiembre del 2006, la situación del Poder Judicial era compleja y estaba sometida a durísimas presiones por el caso de las quiebras bancarias, que había quedado como cuestión relevante de los procesos iniciados en la administración de Hipólito Mejía.

No hay que morirse en la víspera. Subero y Luciano Pichardo han tenido la lucidez de comparecer juntos en una rueda de prensa, de dar explicaciones, interpretaciones y tratar de dejar tranquilo al país. En este momento está a punto de ser convocado el Consejo Nacional de la Magistratura para modificar la actual Suprema Corte de Justicia, y crear el Tribunal Constitucional y el Tribunal Superior Electoral.

Ambos magistrados, como los demás personajes citados en los documentos, tienen el derecho a la presunción de la inocencia y a no ser condenados por el paredón de la opinión pública. La revelación de los documentos apenas ha comenzado, de modo que esperemos con tranquilidad y paciencia, las nuevas revelaciones.