Este país anda al revés. Y uno de los peores escenarios se presenta con el tema de la violencia de género. Los hombres violentos siguen matando a las mujeres, como si al asesinarlas se apropiaran de su ser, la poseyeran eternamente. Ni siquiera el suicidio del hombre, luego que asesina a una mujer es consuelo para la sociedad, ni debe serlo.
Países con más de 45 millones de personas, como España, consideran que los asesinatos de mujeres son una epidemia, y en toda España cada año mueren solamente entre 35 y 40 mujeres a manos de sus maridos. Los cineastas, escritores, periodistas escriben, publican novelas y hacen cine sobre el tema de la violencia de género.
República Dominicana, con apenas 10 millones de personas, registra la muerte de más de 100 mujeres cada año a consecuencia de la violencia de género y del abuso intrafamiliar. Esas estadísticas deben bajar, y hay que realizar un esfuerzo consistente, del Poder Judicial y del Ministerio Público, para sancionar los casos de violencia tan pronto se denuncien.
Lo acaba de demostrar la Policía y el Ministerio Público de los Estados Unidos, con la denuncia de una joven de apenas 31 años, empleada de un hotel, quien denunció al principal funcionario del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-kahn, por abuso y violencia sexual. Independientemente de que el hombre es poderoso, un personaje mundial y hasta posible candidato presidencial en Francia, fue desmontado de un avión y puesto bajo prisión. Es decir, con esos casos no se juega ni se tiene contemplaciones. Los norteamericanos tienen el principio de que la palabra con valor en estos casos es la que dice la víctima.
Pues bien, este lunes a las 11:00 de la mañana, en la Cuarta Sala Penal, del Distrito Nacional, estará compareciendo en calidad de imputada, la Magistrada Aracelis Peralta Franco, en un recurso de amparo interpuesto por un ciudadano investigado por violación a la ley 24-97 sobre violencia intrafamiliar.
La Magistrada Peralta Franco, una excelente Fiscal de la Mujer, a cargo en la Unidad de la Rómulo Betancout, desde su creación, es llevada a la justicia por un agresor a quien ella ordenó quitarle el arma que portaba con permiso, como medida de seguridad y para la protección de la vida de su ex pareja y su hijo, los cuales se encuentran en riesgo de acuerdo a la evaluación pertinente que se les realiza a las usuarias en el Ministerio Público, por parte de psicólogas/os capacitadas/os, por lo que se vio compelida a solicitarle a Interior y Policía la cancelación del arma de fuego del ciudadano agresor.
La magistrada Aracelis Peralta Franco actuó bien, y debe seguir jugando su rol de protección a las mujeres que sufren violencia de género. Hay que detener los crímenes contra las mujeres, y en este caso la persecución de una funcionaria que ha servido a la sociedad para castigar a los violentos contra las familias y contra sus parejas.
No puede haber argucias legales para castigar a la magistrada que ordenó quitar un arma a un hombre violento. Como sabemos que tampoco la habrá en Nueva York para el director gerente del FMI, Dominique Strauss-kahn.
De modo que nos sentamos en la misma banca junto a la magistrada Aracelis Peralta Franco. Mientras en el país se siga ejecutando a las mujeres sin que la sociedad se conmueva y la judicatura actúe con eficiencia y rapidez, seguiremos en la defensa de los fiscales dispuestos a sancionar la violencia.
La sociedad tiene que entender que todo lo que se pueda hacer para proteger a las víctimas sobrevivientes en el proceso, es poco!..No queremos más mujeres muertas por violencia. La conciencia ciudadana ya no aguanta una más.