La Cámara de Cuentas tiene que perfeccionar sus procedimientos de comunicación con las entidades y personas auditadas.
Las quejas son muchas, y se repiten siempre, en el sentido de que los auditores de la Cámara de Cuentas abusan de su autoridad, no dan oportunidad a los auditados de responder a los cuestionamientos, o sencillamente actúan con prepotencia y desoyen las explicaciones que se les ofrecen.
Claro, todo tiene que estar explicado en los documentos. Y si no hay documentos a tiempo, no hay explicaciones que valgan.
Las últimas dos auditorías que hemos publicado en Acento.com.do hablan de irregularidades en el Ayuntamiento de La Vega, en el 2009, y de irregularidades en el Ayuntamiento del Distrito Nacional en el 2008.
Tanto Fausto Ruiz, ex síndico auditado, como Robertyo Salcedo, actual alcalde del Distrito Nacional, se quejan de que los auditores de la Cámara de Cuentas no les dieron oportunidad de explicar los datos, o no les comunicaron nunca a ellos los problemas encontrados.
Ruiz dijo que nunca fue informado, ni llamado, ni investigado. Ahora su caso está en el Departamento de Persecución de la Corrupción, y Salcedo mostró cartas solicitando la auditoría y luego pidiendo el informe en forma reiterada, sin que tuviera copia a tiempo.
Es un tema del que la Cámara de Cuentas debe dar cuenta.
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