La violencia contra la mujer es un problema social grave. No siempre se piensa que este es uno de los principales males de República Dominicana y de muchos otros países.

Se trata de una constante amenaza de violencia y muerte contra la mitad de la población. Las activistas por los derechos de las mujeres y una parte de las autoridades, como la ministra de la Mujer, Alejandrina Germán, han señalado la necesidad de que el Gobierno invierta más para mejorar el cuidado y protección de las mujeres bajo amenaza de sus parejas o ex parejas.

Se necesitan más y mujeres casas de acogida, en las que las mujeres amenazadas puedan, con seguridad, reencauzar sus vidas, recibir la ayuda necesaria para emprender su propio medio de subsistencia (cuando sea necesario) y no verse obligadas a regresar a la casa en donde estarán obligadas a convivir con su verdugo y potencial asesino.

Los recursos también son necesarios para ampliar y mejorar la campaña de educación con miras a desterrar lo valores del machismo desde la niñez.

Como bien proclamó la dirigente feminista Raquel Rivera, basta ya de seguir contando mujeres muertas y decir que se ha logrado algo porque en un mes o un año murieron menos en relación con otros meses y años.

A continuación nuestro comentario: