El pasado fin de semana publicamos un editorial sobre los obstáculos de funcionarios del gobierno dominicano que impidieron el establecimiento de una gran empresa comercializadora de arroz de los Estados Unidos en la República Dominicana.

Dijimos que seguiríamos investigando y seguiremos haciéndolo hasta identificar quiénes fueron los funcionarios que traicionando al país, y la voluntad del gobierno de crear más empleo, actuaron irresponsablemente y empujaron a la empresa a irse a Panamá, donde fue recibida con los brazos abiertos por las autoridades y de inmediato anunciaron el acuerdo. Nadie ha ofrecido el nombre de la empresa, pero ya lo tenemos.

La empresa se llama Riceland y es una gigantesca cooperativa de productores de arroz que maneja una tercera parte de la cosecha estadounidense.

Durante 22 meses los funcionarios de Riceland hicieron intentos por instalarse en la República Dominicana. Escogieron el país por su ubicación estratégica, fuera de los Estados Unidos, por la existencia de mano de obra más barata que en los Estados Unidos, y por los acuerdos de libre comercio que tiene la República Dominicana con los Estados Unidos.

Como no fue posible que le abrieran la puerta dominicana, los dueños de Riceland se marcharon al lugar más próximo, y más parecido a la República Dominicana: Panamá.

En su primera etapa la operación de Riceland consistía en traer buques con miles de toneladas de arroz a granel, envasar el arroz en el puerto, y ahí mismo cargar anualmente unos 10,000 furgones con destino a diferentes puertos en Africa, America Central y Sur America, entre otros destinos.

Evidentemente es un proyecto de uso intensivo de mano de obra y que crearía muchos empleos. Es la razón por la que decidieron explorar su instalación en la República Dominicana, trasladándose desde Estados Unidos, disponiendo sus operaciones logísticas en puertos de el Caribe, porque los costos laborales son mucho mas bajos aquí.

La Asociación de Navieros de la República Dominicana debe analizar este caso. La mano de obra que se utilizaría en el proyecto era una gran oportunidad para miles de desempleados, pero nadie saldrá en su defensa, ni siquiera la gente del gobierno que pudiera tener una oportunidad para pedir cuentas a los funcionarios del Ministerio de Agricultura o del Centro Dominicano de Inversión Extranjera (CEI-RD), que son las instancias más directamente involucradas. Generalmente el Ministerio Administrativo de la Presidencia incursiona en este tipo de operaciones y autorizaciones, cuando llegan por vía de la presidencia de la República. Queremos entender que no ha sido así, y que el presidente Danilo Medina o no está informado sobre el caso o no ha tenido tiempo de mirar lo que está ocurriendo.

Ojalá que alguien se conduela de esta desdichada nación, y en un caso como este pida cuenta en nombre de todos los que han perdido una gran oportunidad para trabajar o para aumentar sus ingresos.

Aquí están dos enlaces en los que hay información sobre la empresa Riceland. Prometemos seguir investigando este caso.

http://en.wikipedia.org/wiki/Riceland_Foods

http://www.riceland.com/

El editorial de Acento del pasado sábado