El 16 de noviembre varias entidades públicas y privadas, encabezadas por el Ministerio de Turismo y la Asociación Nacional de Hoteles, Bares y Restaurantes dieron inicio a la quinta edición del SDQ Gastronómico 2021, que concluirá este domingo 21 con la participación de 89 restaurantes que han preparado menús especiales para la semana, con un precio único en todos los casos y con un objetivo bien claro: colocar la gastronomía dominicana a nivel mundial, alcanzando nichos regionales primero, y globales posteriormente.

Los restaurantes participantes forman parte de la Asociación Dominicana de Restaurantes (ADERES), y se encuentran principalmente en Santo Domingo. Es un costo único en todos los restaurantes para disfrutar los menús que han preparado con esmero los chefs y todo su personal.

Es una oportunidad para disfrutar los más versátiles sabores y propuestas gastronómicas elaboradas con productos dominicanos. Incluidos en esta edición los restaurantes de los hoteles, lo que constituye una novedad y una forma de abrir más la hotelería a los ciudadanos dominicanos.

Restaurant Week, como le han llamado, concluye este domingo. A cada ciudadanos que participa se le entrega un “pasaporte”, con la lista, teléfonos y dirección de cada uno de los restaurantes. Van numerados. Y en la medida que el portador del pasaporte acuda a cada lugar se le coloca un sello y participa en en una selección de las mejores propuestas gastronómicas del año. Es como decir que el público escoge el mejor restaurante.

Los menús son temporales, para la ocasión, pero en la medida que las propuestas sean reconocidas podrían incorporarse en el menú habitual de los negocios.

Restaurant Week tiene también una aplicación (app.sdqgastronomico.com) en la que aparece la lista de todos los restaurantes participantes, incluyendo los menús que cada uno ha elaborado especialmente para el disfrute de los comensales que deseen participar. 

Lamentablemente, pese al éxito turístico dominicano y su liderazgo en el Caribe, la gastronomía del país no existe en el escenario regional ni mundial de propuestas gastronómicas interesantes, como la tienen Perú, Colombia, México o Puerto Rico, de Latinoamérica.

Vieiras y limones de Montecristi, del Restaurant de uno delos hoteles de Santo Domingo.

El turismo gastronómico es poderoso. Y cuando un país es grande en su región, como es nuestro caso, es importante que el turismo tenga como aliado el sector alimentos. Perú es un ejemplo importante, pues desarrolló una estrategia país y posicionó su gastronomía en todo el mundo, y los restaurantes y chefs peruanos tienen fama y son apreciados y visitados por millones de personas en todo el mundo. Sus libros de gastronomías son adquiridos, y Gastón Acurio, el iniciador de aquella propuesta, es una persona reconocida y valorada como parte de la buena cocina internacional.

En esta ocasión Restaurant Week ha lanzado propuestas afianzadas en productos locales, y está  interesada en que se fomente una propuesta gastronómica local vinculada con nuestra identidad. Junto a la alimentación va la música, la danza, la literatura, el folklore, las playas y nuestra arena blanca inigualable, aparte de la alegría y cadencia del dominicano y la dominicana.

Son atributos imprescindibles para que los visitantes, turistas, dominicanos, disfrutemos de una cocina de altísima calidad. Los chefs los tenemos, con fama universal algunos, pero hace falta que esa búsqueda sea también una política del Estado.

Hay que valorar los sabores ancestrales, como publicó INICIA hace algunos años, y como bien ponderó Hugo Tolentino Dipp. Hay que reconocer los sabores gastronómicos que vienen de la negritud, de la esclavitud, de los aborígenes, de los ancestros mulatos y del período republicano, desde la primera hasta la cuarta república.

Felicitamos a Asonahores, al Ministerio de Turismo, a la Asociación Dominicana de Restaurantes y a todos los restaurantes y chefs que han sido parte de esta propuesta. Recuerden, concluye este domingo, y está abierta y con menús especiales en los 89 restaurantes que participan. Es una oportunidad para valorar nosotros mismos nuestro potencial gastronómico como potencia turística del Caribe.