El presidente Danilo Medina tiene toda la razón en lo que dijo en Santo Domingo Norte, en el Politécnico Francisco Alberto Caamaño del sector Buena Vista, cuando puso el marchas el esperado programa República Digital, que entregará miles de computadoras a estudiantes y profesores de todo el país.

La pobreza es una cárcel que nos agobia y frustra nuestras posibilidades de desarrollo como país. El presidente Danilo Medina lo reconoció con frases muy elocuentes, que algunos calificaron como pronunciadas con emoción.

“La pobreza es una cárcel, una prisión y estoy tratando de sacar de esa prisión a la mayoría de los dominicanos”.

Ese es el gran drama de la sociedad dominicana, pues millones de dominicanos y dominicanas viven en condiciones paupérrimas, en condiciones físicas y emocionales de hacinamiento, con apenas lo elemental para alimentarse y subsistir. Y es el Estado el que debe asumir la responsabilidad de poner en marcha políticas para terminar con esa pobreza.

Danilo lo sabe y así lo dijo. Y en ese contexto fue que explicó el programa República Digital, para tecnificar las escuelas, proporcionar recursos que de otro modo los estudiantes y los maestros no podrían obtener, como son computadoras con acceso al mundo globalizado. El gobierno ha programado una inversión de 20 mil millones de pesos en compra de los equipos y aportar los complementos necesarios para el uso correcto de los hardware y software.

Pero hay algo más. El presidente tiene informaciones muy actualizadas sobre lo que está ocurriendo con las adolescentes, que se están embarazando desde los 13 años y que son empujadas por sus familias a buscar marido para tratar de aliviar la miseria en que viven. Se trata de tener alguien menos, pero en realidad es un planteamiento erróneo, porque las adolescentes que se embarazan traen a alguien más.

Los novios, los maridos, jóvenes también, carecen de formación, no tienen empleos, y generalmente tienen que quedarse a vivir con sus padres. Es un círculo de la miseria que se reproduce y agrande constantemente. Danilo Medina lo sabe.

Dijo que las adolescentes que comienzan su fecundación a los 13 años, viven en hogares disfuncionales y sienten la necesidad de conseguir un marido que las saquen de la pobreza, hombres que no tienen trabajo seguro, con la desgracia que terminan por no tener con qué mantenerlas, terminan abandonándolas. Más o menos en estos términos describió Danilo el drama.

No estamos hablando de computadoras, ni de República Digital, sino de lo que ocurre en los barrios marginados y en los sectores que albergan a millones de ciudadanas y ciudadanos dominicanos, con los que el Estado tiene una gran deuda social.

Y este es el momento y la parte más importante de lo dicho por Danilo Medina. Lo dejamos en sus propias palabras:

“Tuve la oportunidad en la campaña de reunirme con muchachas que me dijeron venir de las tres “G” Guachupita, Gualey y Los Guandules, y les dije, levántense de la silla las que tienen hijos con más de un marido, todas se levantaron… hubo una que se quedó parada y le pregunté, ¿usted me quiere decir algo? .. sí, y me dijo tengo seis hijos con cuatro maridos diferentes y tengo 26 años, y eso se da en los barrios más pobres de la República Dominicana”.

El presidente tiene la autoridad y el instrumento para comenzar a hacer frente a este serio problema: La educación sexual integral en las escuelas. No es con computadoras como se soluciona este problema descrito por el presidente, es con educación sexual integral. Así reiterativamente.

El presidente está poniendo a funcionario un programa que tiene un costo por encima de los 20 mil millones de pesos para resolver un problema de pobreza y de círculo creciente de la pobreza. Sin embargo, la solución es en las aulas con educación sexual integral. Y eso lo tiene en sus manos el Ministerio de Educación, que se encuentra paralizado en este momento por la presión de las iglesias y de los grupos conservadores, que se niegan y siguen negando a que la educación incluya este elemento tan importante.

El presidente Medina fue al barrio Buena Vista a hablar de República Digital y terminó hablando del drama de la pobreza, los embarazos en adolescentes y de las mujeres que no tienen oportunidad de salir de la miseria, porque han parido seis hijos de cuatro hombres, con apenas 26 años, y eso lo único que evidencia es la carencia de educación integral en sexualidad.

Dispóngalo usted de inmediato señor Presidente, que el Ministerio de Educación comience a impartir educación sexual como ha sido aprobada y discutida, para que la educación dominicana comience a liberar a las mujeres de la cadena de la ignorancia en este sentido.