José Miguel Paliza Navaro y un grupo de ciclistas realizaron este miércoles una montada en bicicleta en la calle El Conde Peatonal. Una montada es una protesta en bicicleta contra el abuso que cometieron varios agentes del CESTUR contra este joven ciclista y empresario, al que agredieron y apresaron. El relato realizado por Paliza Navarro por sí mismo debe ayudar a las autoridades del Ayuntamiento del Distrito Nacional y del Ministerio de Turismo a adoptar medidas eficaces para que la desproporción y el abuso no se repitan. Es una contradicción mayúscula que el gobierno local que ha realizado las ciclovías se convierta en el gobierno local que sanciona el uso de las bicicletas en El Conde. Aquí va el relato:
Me ocurrió el día de ayer aquí en esta calle El Conde cuando me dirigía en bicicleta a hacer una compra a un local comercial de esta calle. Ayer me pasó a mí, pero le pudo haber sucedido a cualquiera.
Para los que no me conocen, yo soy José Miguel Paliza, ciclista aficionado desde el 1998, ciclista urbano desde el 2009 y empresario ciclista desde el 2015. También formo parte del colectivo ciclista Santo Domingo en Bici. Para mí la bicicleta es más que un medio de transporte, es una herramienta de cambio para lograr una ciudad más humana y sostenible.
Nuestra empresa promueve el turismo y la movilidad en bici y, precisamente, nos ubicamos en la Zona Colonial por ser uno de los espacios más seguros y con un gran valor histórico y cultural.
Durante los últimos 6 años hemos trabajado de la mano con las autoridades para generar y conservar más espacios para la bici y de convivencia con todos los medios de transporte.
El peatón para nosotros es un aliado y estamos claros que siempre tendrán prioridad, por lo que siempre, siempre al circular por El Conde, u otros espacios compartidos, lo hacemos con prudencia y sobre todo a baja velocidad.
Como ciclista urbano, ¿por qué yo uso El Conde? Voy a hacer una diligencia de compra. Cuando voy solo me siento más seguro. A veces las calles están colapsadas y (el uso de la bicicleta) me evita dar menos vueltas.
No existe una normativa de prohibición de este medio de transporte en El Conde como tal, donde se establezca parámetros claros y sanciones por el uso de esta vía de manera indebida.
En los últimos 5 años habíamos logrado unas normas de convivencia para este espacio, donde ciclistas y peatones se movían de manera segura y digna por la Ciudad Colonial y la calle El Conde, donde el que cometiera cualquier imprudencia se le llamaba la atención, pero el resto podía circular libremente.
Esto cambió hace unos meses. Luego del cambio de mando en la Ciudad Colonial, los nuevos agentes empezaron con una política de cero tolerancia con los ciclistas en El Conde.
Por este motivo, solicitamos una reunión con el nuevo coronel al mando, para aclarar la situación y tratar de alcanzar de nuevo la convivencia vial que habíamos logrado en los últimos años en esta vía.
En la reunión expresamos nuestra preocupación porque entendíamos que todos los pasos dados habían vuelto a cero. Quedamos de volver a reunirnos con el Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN), el Ministerio de Turismo (MITUR) y el Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (CESTUR) para establecer nuevos parámetros que no generen conflictos entre los peatones y el uso regulado de las bicis.
Entonces, ayer en la tarde, cuando me dirigía hacia la ferretería en bicicleta por la calle El Conde, al estacionarme y amarrar mi bici, se me acerca un agente de Cestur, quien me llamó la atención diciéndome que no se puede circular en bici por la calle El Conde.
Yo me disculpo y sigo mi camino a pie hacia la ferretería. En este momento, el agente me toma por el brazo y me amenaza: que me va a meter preso y que me va incautar la bici. Ahí saco mi celular y empiezo a grabar.
Le reclamo que no me puede agredir como lo hizo tirándome por el brazo. Y que no me puede llevar preso porque yo no cometí ningún delito y que tampoco existe ordenanza, legislación o normativa indicando que la sanción por andar por El Conde en bici es ir preso….
Empezó el forcejeo donde trataron sustraerme la bici y apresarme. De manera pacifica me resistí… Hasta que ya eran más de ocho policías y el nivel de violencia se estaba agravando en contra de mi persona, por lo que cedí y dejé que me llevaran al cuartel.
Al llegar al cuartel me esposaron a una reja en el patio, me dijeron que amanecería preso, que yo lo que era un Popi y que ahí los que mandan son ellos…
Solicité el teléfono que me habían sustraído para hacer una llamada. Ellos cedieron, pero al poner la clave para llamar me lo arrebataron y borraron los videos que había grabado… Algo totalmente ilegal.
Luego llegó el coronel jefe de la zona, quien inmediatamente me puso en libertad y se disculpó por el maltrato contra mi persona.
Tras las disculpas que el coronel jefe de la zona histórica ofreció al joven empresario se espera el debido castigo a los agentes involucrados.
Este tipo de injusticia, con uso desproporcionado de la fuerza y violación de los derechos fundamentales, no puede seguir sucediendo. Me pongo a la orden para encontrar soluciones colectivas junto a las autoridades pertinentes y los grupos ciudadanos. Me gustaría ser parte de un esfuerzo para que este tipo de eventos bajo ninguna circunstancia se vuelva a repetir.
Seguimos en la disposición de ofrecer talleres de sensibilización a las diferentes instituciones castrenses sobre este medio de transporte y cómo buscar soluciones para que todos los actores del espacio público fluyan en armonía e igualdad de condiciones.