Todo el que está enterado de la política dominicano también tiene detalles de la enemistad que se dispensan Leonel Fernández y Danilo Medina. Es un divorcio conocido luego de muchos años de apoyo mutuo y combinación exitosa en temas políticos y electorales.
Aunque Danilo Medina denunció que para la nominación presidencial del 2008 en el PLD hubo un control casi absoluto del gobierno, y lo venció el Estado, porque Leonel Fernández tenía posibilidad de reelegirse y así lo hizo, no hubo ruptura en ese momento. Medina acudió a votar por Leonel Fernández, quien tuvo como principal adversario a Miguel Vargas Maldonado, del PRD.
Leonel quiso ser candidato a la segunda reelección consecutiva en el 2012, pero Medina, dentro del PLD, y sectores fácticos, fuera, impidieron que Fernández se postulara o impusiera un candidato de su preferencia. Danilo resultó electo candidato, para enfrentarse a Hipólito Mejía, y el presidente Fernández ofreció todo su apoyo para que el PLD mantuviera la presidencia de la República. Y así fue. El fraccionamiento se hizo visible en el PRD, partido en que su presidente, Miguel Vargas Maldonado, no ofreció apoyo al candidato de su partido, Hipólito Mejía.
Danilo agradeció el apoyo de Fernández, pero la herida estaba supurando todavía y las diferencias se hicieron mayores cuando Leonel quiso ser candidato en el 2015 y Danilo lo venció de forma aplastante, primero en el Comité Político, y luego cambiando la Constitución de la República. Leonel Fernández no pudo ser candidato en el 2012, tampoco en el 2016, y aparentemente ahora tampoco lo será por el PLD, en el 2020.
Sin olvidar a Quirino Ernesto Paulino Castillo, que fue cuña lascerante entre Medina y Fernández, queda ahora la más dolorosas de las heridas, que convierte en irreconciliable esa vieja alianza política entre Leonel, el pensador, y Medina, el estratega. Lo que Danilo hizo antes para Leonel Fernández lo comenzó a hacer ahora para Gonzalo Castillo. Claro, Medina como líder, y nadie descarta que pudiera ser el presidente del PLD en caso de que Leonel forme tienda aparte.
Pero hay una cuestión importante. Danilo Medina necesita su habilitación para poder aspirar en el 2024 o en el 2028, y eso podría depender de cómo quede el Congreso Nacional. Si Leonel se marcha del PLD es muy probable que se vaya con seguidores que tienen aseguradas posiciones como diputados o senadores. Por lo menos 5 senadores leonelistas ganaron las primarias en sus respectivas provincias. Otros más serán diputados. Si los leonelistas se marchan, las candidaturas quedarán en manos de danilistas, y ello facilitaría la modificación de la Constitución de la República, para la habilitación de Danilo Medina.
Leonel tendría que apostar fuertemente a su propia candidatura presidencial y deberá apoyar gente suya que también ocupe posiciones en el Congreso. ¿Apoyaría a la oposición del PRM para derrotar a Danilo Medina, a Gonzalo Castillo y la posibilidad de un Congreso que pueda habilitar a Danilo? No lo sabemos aún, pero es una cuestión para reflexionar. Ya la mayoría de los miembros del Comité Político del PLD le acaban de dar la espalda a Leonel y han brindado apoyo a Gonzalo y a Danilo. Si Leonel se marcha del PLD dejaría el camino más abierto para la habilitación de Danilo Medina.
Lo que veremos en los próximos días es una profundización de las diferencias entre Leonel Fernández y Danilo Medina. Danilo es el presidente y ya Leonel comenzó a hablar hasta de revolución. Y parece que en el PLD no hay árbitros, a menos que Leonel y Danilo autoricen a Margarita Cedeño, esposa de Leonel y Vicepresidenta de la República, para que promueva un diálogo a distancia que mantenga las cosas en equilibrio. Será complicado. Leonel tiene mucho que perder y tal vez reflexione y amplíe su nivel de espera. Nadie sabe.