Los informes elaborados tanto por la Empresa de Transmisión Eléctrica Dominicana (ETED) y el Organismo Coordinador del Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (OC) sobre las causas que originaron el apagón general del 16 de Mayo del 2015, el cual nunca debió producirse, ponen al desnudo la vulnerabilidad en términos de protección que presenta el sistema eléctrico nacional interconectado.
El evento que desencadeno el apagón general según lo describen ambos informes fue “el desprendimiento de uno de los contactos del seccionador de barra fase B, de un campo futuro de línea en la subestación Itabo Gas (propiedad de EGEITABO), el cual hizo contacto con la barra 138 kV provocando el aterrizaje de la misma”.
El informe de ETED en varios lugares del mismo señala:
“Durante el evento se alcanzó una frecuencia máxima de 60.28 Hz y posteriormente se produjo una bajada brusca de frecuencia pasando por los escalones en los que debe actuar el Esquema de Deslastre Automático de Carga (59.2 Hz, 59.1 Hz, 59.0 Hz, 58.9 Hz, 58.8 Hz y 58.7 Hz) como reportan las Distribuidoras";
"la operación del EDAC fue inferior a lo esperado, alcanzándose solo el 57.62 % de la carga que se debió desconectar"). que la protección de la línea Piedra Blanca Canabacoa opero incorrectamente debido "a que se encontraba activada la función de protección sobrecorriente no direccional (50/50N), lo que no es correcto ya que puede disparar la protección en ambos sentidos, provocando la salida de la referida línea de transmisión" ;
“La protección de distancia de la línea Palamara – Itabo Vapor 138kV opero correctamente en segunda zona pero el interruptor no ejecuto la orden de apertura por problema interno en el interruptor”
Los señalamientos anteriores confirman las afirmaciones de la prácticamente totalidad de técnicos y expertos consultados por diferentes medios de comunicación, con relación al evento del sábado 16 de Mayo, los cuales todos coinciden en señalar que si el sistema de protecciones y deslastre automático de las distribuidoras, que no es más que la retirada de circuitos de distribución por parte de las distribuidoras para reducir la demanda de electricidad, el cual debe operar de manera automática, hubiera actuado de manera correcta como esta supuesto a hacerlo, el apagón general, con todo y la falla ocurrida en la subestación de Itabo, nunca debió de haberse producido.
El informe de ETED indica que al momento de la ocurrencia de la falla en la subestación Itabo, la reserva rodante disponible era de unos 342.4 Mw, mientras que la generación de las plantas de Itabo (I y II) al momento de la falla era de unos 250 Mw total. Eso significa que si el sistema de regulación de frecuencia hubiera actuado como se supone que deba actuar, la reserva rodante disponible era un 37% mayor que la generación que salía de línea y con eso se evitaba el apagón general. Si el deslastre automático de carga de las distribuidoras hubiera actuado en paralelo a la regulación del frecuencia del sistema, como se supone debe ocurrir, la situación provocada por la salida de la subestación de Itabo no hubiera causado mayores trastornos al sistema ni a la población y el apagón general no se hubiera producido.
¿Por qué si había 342.4 Mw disponibles en reserva rodante mayor a los 250 Mw de generación que salieron del sistema como causa de la avería en la subestación Itabo Gas, el sistema de regulación de frecuencia no funciono?
¿Por qué no funciono el sistema automático de deslastre de carga de las distribuidoras?
Más grave aún, el informe de ETED indica que “La subestación Itabo Gas cuenta con una protección diferencial de barra Marca Alstom 87B, la cual se encuentra fuera de servicio, esta debió aislar la falla abriendo los 4 interruptores pertenecientes a dicha barra; tampoco opero la protección de distancia AEG PD571 de la línea interconexión (itabo vapor- itabo gas”.
¿Desde cuándo la protección diferencial de barra de la subestación Itabo Gas esta fuera de servicio?
¿Qué institución del Estado es la responsable de supervisar por estas cosas estén funcionando adecuadamente y obligar a que ninguna subestación este desprovista de ningún tipo de protección que exige el Reglamento?
¿Por qué no se había sustituido la protección diferencial de barra en la subestación Itabo Gas?
¿Qué institución oficial es la responsable de supervisar y velar por el buen funcionamiento del sistema de protecciones, regulación de frecuencia y deslastre automático de carga de las distribuidoras?; ¿Se realizan pruebas e inspecciones periódicas?; ¿Cuándo fue la última vez que se realizaron?; ¿Qué resultados se obtuvieron?; ¿Se corrigieron las fallas detectadas?.
El informe del OC es específico, claro y demoledor cuando señala:
“La falla no fue aislada en primera instancia, porque el enlace Itabo Vapor hacia Itabo Gas a 138 kV (propiedad de EGEITABO) no abrió como se esperaba.”
“La falla continuó alimentada debido a que el interruptor del campo de línea Palamara hacia Itabo Vapor (propiedad de ETED) no abrió como respaldo, aunque la protección envió el comando de disparo adecuadamente.
El colapso del SENI ocurrió porque no se despejó a tiempo la falla (duró más de 10 veces de lo esperado) debido a la no apertura en primera instancia de la línea Itabo Vapor hacia Itabo Gas a 138 kV (propiedad de EGEITABO), y en segunda instancia de la línea Palamara hacia Itabo Vapor a 138 kV (propiedad de la ETED)”
El Regulador del sistema eléctrico debería responder estas interrogantes y cualquier otra pregunta con relación al apagón general del 16 de Mayo del 2015 que nunca debió de haber ocurrido y que por suerte y un azar de la vida, ocurrió un sábado en horas de la noche, siendo la afectación a la actividad productiva del País menor de que si hubiera ocurrido el apagón general en un día laborable.
La respuesta dada por el Regulador en la rueda de prensa de ayer, en el sentido de que todos los agentes o actores del sistema eléctrico son responsables del apagón general ocurrido el sábado 16 de Mayo del 2015, es desafortunada y evidencia que el sistema eléctrico nacional opera fuera de control, carente de supervisión y de vigilancia por parte de las autoridades competentes, donde las autoridades no ejercen las funciones y atribuciones que les atribuyen las leyes y reglamentos y que juraron cumplir y hacer cumplir.
Por suerte el 16 de Mayo del 2015 no era día de elecciones, lo cual de haberlo sido hubiera desencadenado una potencial crisis política en adición al apagón general.
El evento ocurrido el pasado sábado puede repetirse en cualquier momento, inclusive el día de las elecciones, si las autoridades competentes responsables de velar por el cumplimiento de las leyes y normas que regulan el sector eléctrico, no se abocan de manera firme y decisiva a una revisión exhaustiva, detallada y pormenorizada sobre las causas que ocasionaron que el sistema de protección, regulación de frecuencia y deslastre automático de carga, no funcionara como debía hacerlo evitando el colapso total del sistema eléctrico, hecho que nunca debió ocurrir.
Mientras no se haga esta revisión exhaustiva y detallada y se apliquen los correctivos de lugar, incluyendo las sanciones correspondientes en caso de que sea aplicable, los dominicanos estamos expuestos a que en cualquier momento el sistema eléctrico nacional interconectado pueda sufrir de nuevo el colapso total produciendo un apagón general similar al ocurrido el 16 de Mayo del 2015.
Según el Regulador ahora es que se comenzarán a elaborar el plan para comprobar la protección del sistema, reforzar los planes de mantenimiento en las subestaciones y líneas del sistema eléctrico y elaboración del Reglamento de Protección y Seguridad del SENI (Sistema Eléctrico Nacional Interconectado), manuales y reglamentos que hace tiempo debieron haber sido elaborados si las autoridades competentes hubieran cumplido con sus responsabilidades.
Ahora vamos a colocar el candado muy tarde luego de que el daño se ha producido.
En esta ocasión nos cogieron fuera de base y asando batatas y por eso sufrimos de un apagón general que no debimos sufrir y pagamos las consecuencias. Lo grave de la situación, es que luego de ocurrido el apagón general, ante la ausencia de manuales protección del sistema, debilidad en los planes de mantenimiento en las subestaciones y líneas del sistema eléctrico y la ausencia de un Reglamento de Protección y Seguridad del SENI, la debilidad y vulnerabilidad del sistema eléctrico sigue intacta y expuesta a que en cualquier momento el apagón general que nunca debió ocurrir pero que ocurrió, se repita de nuevo, pero esta vez con consecuencias mayores y más graves.
Dios nos coja confesados.