Los xenófobos están contentos, los patriotas de pacotilla también, la iglesia se pronuncia a favor y los medios exaltan al gobierno y todo por el cierre del consulado de Haití. No es que critiquemos la decisión porque Haití se lo merece, pero no debemos echarle leña al fuego porque eso nos perjudica mas a nosotros que a nuestros vecinos.

Hay que dialogar con Haití al más alto nivel y bajar las tensiones. Ambos gobierno deben hacer algo al respecto y pronto.

Haití ocupa el quinto lugar en nuestras exportaciones y si contabilizamos lo que se comercia ilegalmente puede que sea el tercero en importancia, donde Estados Unidos encabeza la lista. Es mortal que el comercio con Haití se malogre y peor aun que comiencen las represalias reteniendo decenas de camiones que llevan nuestros productos a sus mercados.

La foto donde se ven 27 patanas cargadas de productos dominicanos, retenidas en las aduanas de Haití, es algo patético y perjudicial para nuestra economía. Y pueden hacer mucho más daño si se lo propusieran.

¿Y QUIEN CONSPIRA PARA AGRIAR LAS RELACIONES ENTRE REPÚBLICA DOMINICANA Y HAITÍ? 

Los políticos haitianos más radicales y contrarios a nuestro país pueden estar contribuyendo, junto a sectores del gobierno, a frenar la legalización de los haitianos en la República Dominicana, obstruyendo y encareciendo los trámites documentales para regularizar su estatus migratorio. Puede ser un juego político de Martelly para distraer la atención de su pueblo en otros temas y seguir posponiendo las elecciones.

También para buscar apoyo internacional que se traduce en más dinero. Algo así como NO OLVIDEN  A NUESTRO PUEBLO EXPLOTADO Y DISCRIMINADO POR LOS DOMINICANOS.

Haití sabe lo que aquí todos sabemos. Más de 200 mil haitianos que trabajan en la agricultura, la construcción y los servicios estarían corriendo el riesgo de deportación si no regularizan su estatus en los tres meses que establece la ley. Esa mano de obra es insustituible y representa el 90% de los trabajadores agrícolas.

¿Qué pasaría si hay una deportación masiva de haitianos después de vencido el plazo de regularización? La economía dominicana se va al carajo. Y eso lo saben los políticos haitianos que fomentan la confrontación. A ellos nunca les ha importado el bienestar de su gente.

Detrás de los asaltos a los consulados dominicanos en Haití hay gente influyente dentro y fuera del gobierno de Martelly. Eso no es casualidad ni nada espontaneo. Es dirigido y con fines concretos.

La pregunta es ¿Que vamos a hacer si el gobierno de Haití sigue creando obstáculos para que sus ciudadanos obtengan la documentación de identidad requerida para regularizar su permanencia en el país?

Dudo que tengamos un plan B para enfrentar lo que puede pasar después de que el plazo establecido en la ley concluya y más de 200 mil haitianos terminen en un limbo migratorio.

El problema será mucho mayor debido a que una deportación masiva no es posible ya que el impacto económico sería catastrófico para nosotros. Además a nivel internacional y diplomático nos sacrificarían, con posibles represalias de parte de países poderosos con los que más comercializamos. Tampoco hay intento de extender los plazos que establece la ley para regularizar el estatus migratorio de esas personas.

Mientras tanto, los xenófobos dominicanos cantan victoria y celebran los obstáculos que el gobierno de Haití le pone a sus ciudadanos para evitar que regularicen sus estatus migratorio. No saben que eso es parte de una trama de los xenófobos haitianos, que al final nos afectará muchos más a nosotros que ellos.

Y no tenemos un Plan B, salvo que el gobierno lo tenga como secreto de estado, algo que dudamos. El dialogo es lo único que puede evitar una confrontación entre ambos países, que puede extenderse a algo mas allá que un simple problema migratorio o de mutuas represalias.

Dejemos el show mediático a un lado y trabajemos el tema haitiano con más agudeza e inteligencia ya que nos enfrentamos a fanáticos y políticos inescrupulosos en ambos lados de la frontera.