La reunión del presidente Danilo Medina con el arzobispo de Santo Domingo, Monseñor Francisco Ozoria, no podrá recoger todas las proclamas que se hicieron sobre la democracia y la dictadura, ni las interpretaciones que se hicieron sobre el difícil momento entre la Iglesia Católica y el gobierno con motivo de las Siete Palabras, pero algo ayuda en este momento al presidente Danilo Medina.
La reunión se produjo y al parecer quitó algunas asperezas en las comunicaciones entre la cabeza de la Iglesia y la cabeza del gobierno.
El propia Francisco Ozoria fue reiterativo en dos programas de televisión sobre el asunto de la falta de democracia, o de justicia simulada, como afirmó uno de los sacerdotes que pronunció las Siete Palabras de Jesús en la Cruz, con su versión actualizada.
Monseñor Francisco Ozoria no quiso referirse a lo conversado con el presidente de la República. Como arzobispo y vocero de la Iglesia quiso guardar silencio, y ante la insistencia de los reporteros, dijo que “son ustedes los medios que quieren poner a pelear a la Iglesia con el Gobierno”. Lo dijo dos veces, que son los medios de comunicación los que quieren estimular esa pelea.
Todo el mundo sabe que Monseñor Ozoria es un hombre parco de palabras, pero que cuando habla va al grano, con palabras sencillas. Con cierta timidez dice lo que tiene que decir, sin rebuscamientos ni altanería. Ante la insistencia decidió tomar el camino más fácil: Luego de que ha corrido tanta agua, Puesta a correr por él y por los sacerdotes que pronunciaron su análisis actualizado de las Siete Palabras, sino que esos son intereses de los medios de comunicación, y no de la Iglesia.
No parece responsable que Monseñor asuma el camino de la acusación a los medios. Lo correcto es que Monseñor Ozoria, en aras de la transparencia que la Iglesia y él han reclamado, diga a cuáles acuerdos llegó él en nombre de la Iglesia con el presidente de la República. Ya el gobierno informó que se realizarán obras de infraestructura para la Iglesia. ¿Eso significa que existe un quid pro quo?
Las palabras de Monseñor Ozoria no abonan la credibilidad de la Iglesia, sino su falta de consistencia y su falta de apoyo al trabajo de los sacerdotes que pronunciaron las Siete Palabras en Semana Santa.