El presidente se dirigirá al país la próxima semana, para anunciar las medidas que adoptará el gobierno para protegerse de los efectos nocivos de los precios internacionales del petróleo, que sobrepasan los 100 dólares desde hace varias semanas.
La crisis en el norte de África y en el Medio Oriente, además de la vocación especulativa de los mercados mundiales de crudo, hacen que los precios del barril de petróleo se disparen y coloquen en dificultades a las economías que se sustentan en un consumo excesivo de los hidrocarburos, como es el caso de la dominicana.
La producción energética, industrial, y los servicios comerciales, público y privado, se sustentan en los hidrocarburos. El gobierno tiene en su política impositiva un sustento importante, como acaba de publicar Diario Libre: por cada galón de gasolina que se consume, el gobierno recibe RD$66.47 en impuestos.
Bernardo Fuentes, economista de Economi-k y colaborador de Acento, acaba de publicar un artículo en el que afirma lo siguiente: “Mientras el Presupuesto Nacional para el 2011 y la Carta de Intención (ambos elaborados a finales de 2010) utilizaron un precio del petróleo promedio para 2011 de unos US$83.50 por barril, las más recientes proyecciones de la Energy Information Administration (www.eia.doe.gov) contemplan un precio promedio en el 2011 de US$101.77”
Por eso, el Ministro de Economía, Planificación y Desarrollo informó que el monto de subsidio eléctrico que se había estimado debe ser revisado y aumentado. Según Fuentes ese aumento podría ser de US$96 millones adicionales a los US$350 millones en el presupuesto y en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
Varios economistas consultados por Acento, entre ellos Nelson Suárez, Apolinar Veloz e Isidoro Santana, recomiendan que el gobierno se prepara y reduzca el gasto y se someta a un plan de austeridad real, distinto del plan lanzado en 2006, con leyes incluidas, por el presidente Leonel Fernández.
En diferentes momentos se ha hablado de austeridad. Se ensayó con una restricción en la venta de combustibles los fines de semana, alternando la salida diaria de los carros públicos, además de restringir el uso de los vehículos oficiales fuera de los horarios y días de trabajo. Todas las medidas fueron dejadas a un lado por el propio gobierno, con excepción de un amplio programa de cambio de bombillas. Y todos sospechamos que se ejecutó por hubo buenas compras de por medio. Se habló de mejorar el sistema de señalización, con semáforos inteligentes, y otras medidas.
El presidente tendrá que ser creativo en las medidas que anuncie la próxima semana. Los ministros trabajaron duro el miércoles de esta semana. Hay que confiar que esta vez las medidas de austeridad puedan funcionar.