Jimmy Cherizier, conocido popularmente como “Barbecue”, es un ex miembro de la Policía Nacional Haitiana que ha ganado popularidad y que poco a poco se convierte en un actor político relevante en ese país.

Su gran hazaña fue constituir el G9, una asociación de pandillas criminales, que se encontraban dispersas y realizando acciones violentas entre ellas, y Jimmy Barbecue las unió para tener propósitos comunes. Son los autores de las matanzas y secuestros que aterrorizaron Haití durante la gestión del presidente Jovenel Moise. Tenían armas de guerra, recibidas del gobierno, y actuaban con amparo oficial. A Jimmy Barbecue se le atribuye la matanza de La Saline, el 18 de noviembre de 2018, en que murieron 59 personas. Aunque él lo niega, diciendo que jamás atacaría a personas de su condición social, los indicios son muy claros de que se trató de una barbarie cometida por su organización.

Luego del asesinato del presidente Moise, el 7 de julio pasado, los grupos delincuenciales alrededor de Jimmy Barbecue han hablado de revolución, de venganza, de actos violentos contra la oligarquía haitiana que supuestamente habría sido la autora del magnicidio.

En un ambiente tan caótico, grupos violentos como el de Cherizier tienden a ganar apoyo. La Policía Nacional de Haití, con 15 mil miembros, carece de fuerza para enfrentarse a estos grupos. Si los enfrentara la sangre correría por todos lados en Haití. Aparte de ello, tampoco hay voluntad para hacerlo.

El jefe del G9 realiza ahora acciones políticas, se promueve, sale abiertamente en los medios de comunicación, y ordena acciones caritativas, de entrega de alimentos y protección de algunos espacios. Quiere aprovechar la popularidad del Moise sacrificado para ganar espacio.

En el sepelio de Moise los grupos vinculados al G9 realizaron disparos, y provocaron la salida del acto de los representantes de Naciones Unidas, Unión Europea, Estados Unidos, la OEA y otros invitados, procedentes de países que ponen atención a Haití para apoyarle en la búsqueda de una salida pacífica y democrática.

La República Dominicana está obligada a observar el comportamiento de las bandas criminales haitianas y de sujetos como Jimmy Barbecue, pues podrían ser generadores de nuevas tragedias y afectar intereses dominicanos. En Haití la semilla del odio está sembrada, y puede brotar en cualquier momento, pese a la solidaridad dominicana con la causa democrática en ese país. Habría que intensificar la vigilancia para evitar que puedan actuar en nuestro territorio. Un ex fiscal, abogado distinguido, Claudy Gassant, falleció este fin de semana en Santo Domingo, y no está clara la circunstancia de la muerte, aunque también se habla de posible suicidio.

Jimmy Barbecue se mueve por las calles de Haití protegido por cientos de matones, bien armados, que le siguen y ejecutan sus órdenes.

Este personaje es el responsable de los saqueos de comercios, del acoso a sectores específicos y de sembrar la inseguridad para cualquier grupo que desee actuar con libertad en Haití. El G9 incluso, se convirtió en una amenaza hasta para el propio presidente Moise, porque en algunos de sus actos ya pedía la destitución del presidente, coincidiendo con las consignas de la oposición, en el sentido de que su mandato había vencido el 7 de febrero de este año.

La Saline es su bastión y desde allí, apenas una semana antes del magnicidio del presidente, Jimmy Barbecue hizo una declaración de guerra: Dijo que el G9 se había convertido en una fuerza revolucionaria que se proponía liberar a Haití de la burguesía, de la oposición y también del gobierno.

Este personaje habla de guerra contra la oligarquía. Tiene su propio ejército de miles de hombres, delincuentes y matones, que hacen y deshacen en Haití. Hoy día representan una seria amenaza para todo el que quiera emprender el trabajo de la recuperación haitiana. Es un punto de interés y de atención.