El Procurador General de la República, como cualquier funcionario público que se sabe apoyado políticamente por el presidente, entiende que ha coronado un proceso democrático, abierto, legal, transparente al aplicar por primera vez el concurso para la designación de los funcionarios al más alto nivel del Ministerio Público.
El Consejo Superior del Ministerio Público hizo cuanto quiso para cambiar a los Procuradores Fiscales en 21 municipios, y para designar a los responsables de las procuradurías especializadas, hasta finalmente llegar a acuerdos para designar a los procuradores de Corte de Apelación y crear algunas posiciones que dejaran satisfechas sus aspiraciones. El señor Procurador entiende que todo ha quedado claro y que las críticas que se formularon a este proceso fueron malsanas y tenían procedencia de grupos interesados.
El Procurador ha dicho que “decidimos hacer de este proceso el más difundido, democrático y transparente en la historia del Ministerio Público”.
Jean Alain Rodríguez quiere sepultar los hechos que presionaron la salida del canal de televisión CDN, de los comunicadores Edith Febles, Altagracia Salazar y Ricardo Nieves. Su salida fue en agosto pasado, y ocurrió porque Edith Febles con el respaldo de Salazar y Nieves, reveló los datos de la forma en que fue programada la sustitución de los principales responsables del Ministerio Público en todo el país. Esos datos incluyeron cambios de los miembros del Consejo Superior del Ministerio Público, cambios en el personal que realizaría las evaluaciones y aplicación antojadiza, para no llamarle huidiza, de la convocatoria y manejo de los tiempos para los concursos.
Esas denuncias dieron en el clavo al identificar a las personas que asumirían las principales posiciones. Las designaciones, en gran parte, fueron como se identificó en el programa censurado de CDN. Pero de ello apenas ha pasado un mes y dos semanas, y ya el señor Procurador entiende que merece todo el crédito por la transparencia del proceso y por aplicar la ley.
El señor Procurador se piensa el dueño de la verdad, el único y absoluto poseedor de la razón, aún en materias tan difíciles como los concursos públicos que realizan instituciones del Estado. Porque se cree dotado de la razón, del apoyo político y de todo el poder para cambiar todo cuanto desea cambiar en el Ministerio Público, el señor Procurador dice haberse arropado con la ley y haber protegido todas sus actuaciones. Todas las críticas, entiende Jean Alain Rodríguez, son inventos, malsanas y tienen intereses a los que sirven. No identifica la procedencia, pero señala que están entre abogados, periodistas y opositores.
Veamos lo que dijo al presentar a los nuevos titulares del Ministerio Público, para descalificar las críticas, que pudieran ser normales en cualquier proceso público:
Muchos, a través de informaciones incorrectas, inexactas y falsas, han tratado de socavar el apoyo de la población hacia este proceso de transformación. Estos sectores dicen clamar por un cambio al igual que el resto de la sociedad, sin embargo, se han dado a la tarea de cuestionar, sin base, el proceso de renovación institucional que hemos emprendido porque prefieren continuar anquilosados. Esa actitud beligerante solo puede responder a intereses particulares, ocultos tras un velo de supuesta objetividad e imparcialidad. No se dejen confundir ni amedrentar.
Es lamentable que esa sea la conclusión del señor Jean Alain Rodríguez. Las sospechas son más que evidentes en el sentido de que es él, y nadie más, el responsable de la salida de tres periodistas y comentaristas de un programa de televisión por las críticas y evidencias que presentaron. Ese tipo de presión, si la hubo, no es nada democrática, ni transparente, ni representa cambio alguno a las truculencias del pasado. Decimos esto para que conste, y para que las palabras desconsideradas del Procurador no se queden sin respuesta.