El hecho, como generalmente ha acontecido, de que el presupuesto del Ministerio de Trabajo para el año 2015 sea de mil 800 millones de pesos, de un presupuesto general de la Nación de 438 mil millones, es decir menos del medio por ciento (0.41%), es la evidencia de que las políticas de empleo del Estado dominicano no han alcanzado aún el protagonismo que les corresponde.
Las políticas de empleo comprenden las orientaciones y líneas de acción de los Estados principalmente en cuanto a : a-) regulación y promoción de los derechos de los empleados y deberes de los empleadores b-) establecimiento de condiciones mínimas de trabajo, jornadas máximas de trabajo y descanso, vacaciones y salarios mínimos c-) prevención de riesgos laborales, d-)sistema de inspección para la detección de infracciones laborales, e-) seguros de desempleo, f-) prestación de servicios de apoyo a la búsqueda de empleo, colocación, orientación, reinserción laboral y g-) cualificación orientada a mejorar las oportunidades de empleo en los grupos con las mayores dificultades para acceder o permanecer en el mercado de trabajo.
Existe una diferencia en cuanto a políticas activas y pasivas de empleo. Mientras que las políticas activas corresponden a la intervención directa de los Estados en el mercado de trabajo para influir en la calidad del empleo y reducir el desempleo, las políticas pasivas están orientadas al mantenimiento de un cierto nivel de ingreso para las personas desempleadas, dentro de los criterios de seguro de desempleo aún pendiente en la seguridad social del país y que encuentra dificultades para su implementación.
Una proactiva política de empleo en la República Dominicana en un contexto caracterizado por un mercado informal con un 56% de la población total empleada, con salarios mínimos reales en constantes caídas en las últimas décadas y una muy deficiente cualificación para el trabajo de los egresados de la educación general, demanda de un vuelco total de las prácticas predominantes.
Dado el vínculo del Ministerio de Trabajo con áreas conexas como la seguridad social, con la seguridad laboral, con el Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional-INFOTEP-, áreas en las que preside sus respectivos consejos y de forma directa con el salario mínimo a través del Comité Nacional de Salarios, se constata que existe una actividad normal y desenvolvimiento efectivo de sus responsabilidades; pero no es suficiente.
Dadas las peculiares características del mercado de trabajo del país y la trascendencia que en lo humano y económico tiene la generación de empleos de calidad, es tiempo ya de entrar en otros estadios de desarrollo asumiendo plenamente proactivas políticas de Estado.