El 17 de octubre de 1999, la Asamblea General de la ONU designó el 25 de noviembre como Día Internacional de la eliminación de la Violencia contra la mujer.

El 9 de agosto de 2007, la décima Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe (celebrada en Quito, Ecuador), estableció en el punto 19 del Consenso de Quito: “el rechazo a la violencia estructural, que es una forma de discriminación contra las mujeres y un obstáculo para el logro de la igualdad y la paridad en las relaciones económicas, laborales, políticas, sociales, familiares y culturales, y que impide la autonomía de las mujeres y su plena participación en la toma de decisiones”.

El logro de la igualdad y la paridad debe considerarse como un objetivo incorporado de manera transversal en todas y cada una de las políticas públicas que se concretan en asignaciones de recursos.

Un presupuesto sensible al género es aquel que “toma en consideración las diferentes necesidades, derechos y obligaciones de las mujeres y los varones, y valora las contribuciones de cada uno tanto en la producción de bienes y servicios, como en la movilización y distribución de los recursos’.

Los presupuestos revelan las prioridades de gestión de gobierno, canalizando los recursos para el logro de objetivos y metas de acción, en este sentido los Presupuestos Sensibles al Género posibilitan poner en práctica gestiones de gobierno que se dirijan hacia la equidad de género.

Presupuestos Sensibles al Género representa una estrategia hacia una asignación de recursos encaminada hacia la equidad, y una ejecución y gestión de recursos comprometida con la igualdad de género y la desaparición de las brechas de inequidad entre hombres y mujeres.

A pesar del compromiso asumido por el gobierno con los objetivos de igualdad y con la transversalización de género, existe una brecha entre las políticas y los modos en los cuales recauda y gasta el dinero.

La incorporación del análisis de género en la planificación y la estimación del presupuesto requiere de la identificación de los fondos asignados y gastados, conforme a la clasificación por Programa; los servicios planificados y suministrados; las actividades planificadas y realizadas; y los logros previstos y reales.

En virtud de que el presupuesto elaborado para el 2014 no estableció resultados, es imposible evaluar los impactos, los logros.

Tomemos como ejemplo al ministerio de la Mujer, creado mediante la ley No. 86-99, que lo define como “organismo responsable de establecer las normas y coordinar la ejecución de políticas, planes y programas a nivel sectorial, interministerial y con la sociedad civil, dirigidos a lograr la equidad de genero y el pleno ejercicio de la ciudadanía por parte de las mujeres”.

Para el presente año 2014, el presupuesto aprobado para el ministerio de la Mujer es de RD$518 millones, de los cuales al 25 de noviembre ha ejecutado la suma de RD$363 millones, equivalentes al 70 % con relación a lo aprobado, faltando un mes para terminar el año.

El programa más importante dentro del presupuesto del ministerio lo constituye Actividades Centrales, con una participación del 63 % de lo ejecutado en el periodo enero-noviembre, equivalente a RD$227 millones. La actividad con mayor peso lo representa la Dirección Superior y Planificación con el 78 % del Programa y el 49 % con relación al total ejecutado.

Sin embargo,  la actividad relativa a la Promoción de los Derechos de la Mujer, apenas representa el 5 % del Programa. De un total presupuestado de RD$13 millones, ha ejecutado RD$11 millones, el 3 % de los RD$363 millones ejecutados por el ministerio.

Otro Programa, es el de Diseño y Aplicación de Políticas Públicas con Enfoque de Género, el cual representa el 0.7 % de lo ejecutado por el ministerio, equivalente a 2 millones 420 mil pesos. Una de sus actividades se refiere a la Articulación con el Sector Publico y la Sociedad Civil, para la cual se ha devengado la suma de 160 mil pesos en lo que va del año.

Uno de los Programas que debería ser prioritario, como es el de Fomento de la Educación y Capacitación en Género, solo ha ejecutado 1 millón 750 mil pesos, representando el 0.5 % del total ejecutado.

En cuanto al Programa de Defensoría de los Derechos de la Mujer, donde se definen las actividades de Prevención y Atención a la Violencia Intrafamiliar, Prevención del Embarazo en Adolescentes, entre otras, de un total presupuestado de RD$84 millones, solo se ha ejecutado un monto de RD$7 millones, para un 8 % de ejecución con relación a lo aprobado, y una participación del 2 % con relación al total ejecutado durante el período analizado.

Es oportuno comparar lo anterior con lo aportado por el ministerio de la Mujer al Apoyo a la Industria Nacional de la Aguja, que tiene un presupuesto aprobado de RD$81 millones y ha ejecutado a la fecha RD$61 millones, equivalente al 18 % del total.

Ahora, ¿en qué ha gastado el ministerio la suma de RD$363 millones? El 63 % en remuneraciones a empleados con un monto de RD$228 millones; 17 % en transferencias corrientes, RD$61 millones, donde se destacan las realizadas a ONG por un monto de RD$30 millones; el 14 % en contratación de servicios básicos, publicidad y otros, RD$51 millones; 5 % en materiales y suministros, RD$18 millones; y el 1 % en bienes, muebles e inmuebles, RD$3 millones. 100 % en gastos corrientes.

En definitiva, con la actual composición de gastos del ministerio de la Mujer, la falta de una transversalización de género en todas las dependencias del Estado y la ausencia de participación y consulta para la formulación de nuevas políticas  y la asignación de recursos, es imposible cumplir con el compromiso de contribuir a la equidad y paridad de género, por lo tanto desde el gobierno no existe una política pública que real y efectivamente promueva la no discriminación y la no violencia contra la mujer. Lo demás, es solo discurso.