Finalmente el presidente Danilo Medina ha mandado a parar las agresiones del diputado postizo Vinicio Castillo, quien no ha parado de agredir al presidente y al entorno de funcionarios del palacio de gobierno, a quienes lanza insultos como "canallas", "traidores a la patria", entre muchos otros calificativos injuriosos.
Roberto Rodríguez Marchena, vocero de la Presidencia de la República, ha dicho con bastante claridad que el presidente y su equipo llevan 31 meses soportando agresiones, desconsideraciones, ataques furiosos de personas de la familia Castillo Semán, y que esos insultos agreden al propio presidente de la República, a quien ese litoral ultraderechista ha tilado de traidor a la patria, y que ya basta, que no es posible seguir resistiendo en silencio los ataques.
Baste recordar que en uno los mítines ultraderechistas, celebrado el 27 de febrero último, se pidió matar a los "traidores", mientras se exhibían letreros con las fotografías del presidente Danilo Medina y de los periodistas Juan Bolívar Díaz, Luis Eduardo Lora (Huchi) y Marino Zapete, entre otros.
Hay que decir que la figura del presidente de la República está protegida de manera especial por el Código Penal, y que existe una tipificación de delito contra quienes intentan dañar la imagen del presidente de la República y de su familia. Y precisamente esto es lo que ha estado ocurriendo con las desconsideraciones, abundantemente diseminadas, contra el primer mandatario.
Hay que ser muy tolerante para soportar tantos dicterios de personas con poca o ninguna significación política. Rodríguez Marchena enumeró algunos de los abjetivos contra el presidente de la República proferidos por Vinicio Castillo Semán:
“Blandengue, títere, de poco carácter, influenciable, manejable, impresionable, violador de la ley, débil, carente de pantalones, traidor a la patria, enano, golpista constitucional y ambicioso”.
Obvio, que cualquier persona diría que si Danilo es el presidente puede tomar decisiones administrativas para proteger su imagen y la de su equipo gubernamental. Contra Gustavo Montalvo, el Ministro de la Presidencia, han dicho mucho más que contra Danilo Medina.
El último calificativo lo lanzó la pasada semana el abogado Juárez Castillo Semán, quien dijo sobre los funcionarios designados por Danilo Medina que eran un grupo de “tígueres” irresponsables y vendepatria.
Marino Vinicio Castillo (alias Vincho) es un abogado de larga data, diputado por nombramiento del dictador Trujillo, y ahora designado director de ética del gobierno por Leonel Fernández, también asesor de drogas del Poder Ejecutivo, y ratificado por el presidente Danilo Medina.
Vincho Castillo ha sido abogado de acusados de cometer grandes fraudes contra el Estado mientras también se sirve como funcionario público. Y frecuentemente anda tratando de dar cátedras de moralidad, mientras mira para otro lado ante los más grandes casos de corrupción de la administración del presidente Leonel Fernández, tal como hizo con los escándalos de los gobiernos de Joaquín Balaguer.
Pelegrín Castillo Semán es ministro de Energía y Minas, y fue diputado electo por el Distrito Nacional, en la boleta del PLD, Danilo Medina lo designó ministro. De minería y de energía sabe poco, porque su profesión es la de abogado. Ha sido político y legislador, cargo que cualquiera puede ocupar, porque no hay requisitos para ejercer esas funciones. Y ahora aparece como promotor de empresarios de Israel que desean vender un sistema de luces al Ayuntamiento del Distrito Nacional. Se olvida de sus funciones y hace enlace entre empresarios que desean hacer negocios y el alcalde capitalino.
Vinicio Castillo Semán, es el diputado postizo. Ocupó la curul de su hermano, cuando fue designado ministro por Danilo Medina. Desde el Congreso se ha dedicado a proferir insultos hacia sus adversarios o quienes representan un contén a los desmanes políticos, económicos y éticos de su entorno. Es quien con más vehemencia ha insultado al presidente de la República. Es quien ha llevado la voz cantante en la campaña contra los desnacionalizados y quien más ha presionado a las instituciones públicas para hacer fracasar el Plan Nacional de Regularización que puso en marcha el presidente Medina.
Habrá que dar seguimiento a las palabras de Rodríguez Marchena, en representación del presidente Medina, de que todos los desmanes de estos señores serán respondidos por la presidencia de la República.
El presidente puede hacerlo, y debía hacerlo, para que se detenga la diatriba y la sinrazón en los asuntos públicos. Porque estas personas se han atrevido a decir que quien trajo a Quirino Ernesto Paulino al país, para lanzarlo contra Leonel Fernández, fue la presidencia de la República.
Incluso, el grupo de ultraderechistas parió la consigna de muerte a los traidores a la patria, incluyendo en una secuencia fotográfica de supuestos "traidores" al presidente Danilo Medina.
Tras la correcta precisión hecha por el portavoz de la Presidencia de la República, lo que debe esperarse, ahora, son los decretos del presidente Danilo Medina para sacar del Estado dominicano a gente que sólo hace ruido y daño. Sin olvidar todas las posiciones que están en manos de estos personajes, incluyendo la Dirección General de Migración, la Comisión Nacional de Fronteras, la Autoridad Nacional Marítima y otras instancias oficiales. Porque si hay algo cierto es que el pequeño partido ultraderchista FNP le salido muy, pero muy caro al pueblo dominicano. Y ya basta.