El gobierno dominicano está en oportunidad, aún, de comenzar a tomar medidas para prevenir una gran tragedia, con un terremoto de grandes proporciones en la República Dominicana.
Técnicos dominicanos y extranjeros vienen haciendo advertencias sobre ese tema desde hace tiempo. Incluso, hay destinados fondos europeos multimillonarios para fortalecer la capacidad de respuesta ante una tragedia, pero el gobierno dominicano sigue siendo lento con los fondos de contrapartida.
Haití sufrió, el 12 de enero del año pasado, el terremoto más trágico de toda la historia, con un número de víctima que sobrepasaron las 300 mil personas. Y Haití es nuestro vecino. Ese terremoto fue en la isla que ocupamos, aunque haya una frontera que separe a la República Dominicana de la República de Haití.
El gobierno debe tomar con mucha seriedad las advertencias que hacen los investigadores dominicanos y extranjeros, quienes entienden estamos afectados por una falla geológica que cada 50 años, aproximadamente libera energía que produce movimientos de tierra de gran intensidad. Se ha dicho que el terremoto de Japón, del jueves pasado, liberó energía equivalente a 200 millones de toneladas de TNT.
La semana pasada, precisamente, se anunció que científicos de la Universidad de Columbia le han advertido al presidente Leonel Fernández de la posible y próxima ocurrencia de un seísmo similar al que afectó Haití el 12 de enero del año pasado.
Santiago, la segunda gran ciudad del país, sería el epicentro del terremoto.
El director del Urban Design Lab, Richard Plunz, dijo que el posible seísmo “podría generar daños muy serios a largo plazo”. Feniosky Peña-Mora, decano de la facultad de Ingeniería y Ciencia Aplicadas de la Universidad de Columbia, dijo: “queremos expresar la urgencia de que hay que hacer algo para solucionar esto”.
Lo que hemos visto en Japón, hace tres días, es un ejemplo de lo devastadora que puede resultar una catástrofe natural, con tsunami incluido. Y tomemos en cuenta que Japón tiene una cultura preventiva superior a todos los países del mundo en esta materia.
Pongamos atención a los que nos recomiendan los científicos. Comencemos a tomar medidas preventivas, pues si no se produce ninguna tragedia lo celebraremos, pero si se produce y como país no hemos aplicado ninguna recomendación de las que se han formulado, lo lamentaremos con lágrimas de sangre.