El 26 de febrero será la entrega, en el Teatro Nacional, del Premio Nacional de Literatura al doctor Manuel Matos Moquete. Un reconocimiento que celebramos el 28 de enero pasado, cuando se dio a conocer, y celebraremos cuando se haga efectivo el premio al doctor Matos Moquete.

Los rectores universitarios, reunidos como jurado para la selección de los ganadores, cada año tienen un gran desafío. En el caso del doctor Matos Moquete hubo competencia y los académicos pudieron ponerse de acuerdo, según lo revelado por el empresario Manuel Corripio Alonzo, de la fundación que otorga este reconocimiento, y que trasciende ya a la entidad privada que lo patrocina.

Los últimos ganadores han sido Manuel Salvador Gautier, Federico Henríquez Gratereaux, Angela Hernández, Roberto Marcallé Abreu, Tony Raful, José Mármol, Armando Almánzar, Jeannette Miller, Mateo Morrison, José Alcántara Almánzar. Los primeros en ganar este premio fueron los ex presidentes y escritores Juan Bosch y Joaquín Balaguer, en 1990. Cada premio ha sido bien ponderado y sustentado en los textos y la trayectoria intelectual de cada uno de los reconocidos.

Para el premio del doctor Matos Moquete los miembros del jurado fueron los lrectores de as universidades Autónoma de Santo Domingo (UASD), Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (Unphu), Universidad Central de Este (UCE), Universidad Católica de Santo Domingo (UCSD), el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec), conjuntamente con el ministro de Cultura, el director de la Academia Dominicana de la Lengua y un representante de la Fundación Corripio.

No está demás recordar que un escritor vivo, de gran talento y de una producción poética de fuerte impacto y permanencia, petromacorisano, ha sido el doctor Norberto James Rawlings, cocolo dominicano, que durante algunos años se instaló en Estados Unidos, donde ha ejercido como profesor universitario, y ya se encuentra retirado. Es un excelente candidato que el jurado no debe despreciar u olvidar, si se quiere también hacer justicia con la diáspora dominicana, y en este caso con uno de los escritores de mayor peso de la generación del postrujillismo.

El año pasado, cuando el premio fue entregado al doctor Manuel Salvador Gautier, reiteramos la sugerencia de que el escritor Norberto James Rawlings fuera tomado en cuenta por los miembros del jurado del Premio Nacional de Literatura. Lo que dijimos entonces, hace un año, lo reiteramos ahora:

¿Qué ha ocurrido con Norberto James Rawlings que los miembros del jurado no lo han considerado para este importante premio? ¿Los rectores universitarios que integran el jurado no reconocen la poesía de Norberto James como válida para ser reconocida, del mismo modo que ya lo han hecho con otros poetas dominicanos, incluso de generaciones posteriores a la suya?

¿Qué hay que hacer para que los rectores tomen en cuenta la obra de Norberto james? ¿Habrá que motivar esa premiación, gestionar ese reconocimiento, presentar argumentos o sencillamente mostrar su obra?

Entendemos que llegó el momento para que el premio nacional de literatura reconozca la obra trascendente, madura, poéticamente superior, de Norberto James Rawlings, y que no sigamos profundizando una discriminación dolorosa y un ausentismo aún más desgarrante,  en particular en un poeta que ha hablado desde las entrañas de la patria.

Cuando haya que votar por ese premio nacional de literatura, los miembros del jurado, los rectores universitarios, reencontrarán el camino de la justicia, del valor del reconocimiento a alguien que puso más, mucho más, poéticamente, que una gran cantidad de escritores ya reconocidos con ese galardón.

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