El presupuesto del 2016 elaborado por el Gobierno, y aprobado en la sesión del Consejo de gobierno del pasado miércoles, es muy parecido al presupuesto vigente para el 2015, con algunas excepciones.

Para el 2016 se asignan 3,000 millones de pesos a la Junta Central Electoral para organizar y realizar las elecciones generales de mayo. Se asignan otros 5,000 millones de pesos al Ministerio de Salud, para obras de infraestructura hospitalario, que podrían estar en manos de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE).

El presupuesto del 2016 es de 663,000 millones de pesos, unos 32 mil millones más que el presupuesto del 2015. Se asignan 8,000 millones de pesos más al Ministerio de Educación, para cumplir con el 4% del PIB para ese sector, y se aumenta el presupuesto de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.

Notamos que la información ofrecida por el gobierno no detalla el monto que se asigna al Poder Ejecutivo. Es probable que sea un monto parecido al asignado en el 2015, pero es apenas una especulación. El gobierno normalmente concentra alrededor de un 10 a un 12 por ciento del presupuesto nacional para la presidencia de la República. Ahí están los montos utilizados por el presidente en las visitas sorpresas, por ejemplo.

Como vamos a un año electoral, y el presidente actual aspira a la reelección, es normal que los técnicos y los asesores del presidente quieran que la presidencia tenga dinero disponible para hacer mucho más clientelismo que el tradicional. El clientelismo es una tentación muy fuerte, que forma parte del accionar del gobierno. Con cualquier partido que gobierne.

Ahora es el momento de debatir ese tema, y de hacer sugerencias. Cuando el presupuesto se discuta en el Congreso Nacional deberá evitarse la aplanadora del partido de gobierno, y sus aliados, y permitir un debate que contribuya con la transparencia.

Se espera que los diputados de la oposición puedan llevar a cabo ese debate. En el senado no hay nadie de la oposición, pues todos los senadores son peledeistas o aliados. En el caso de la Cámara de Diputados podría haber un poco más de apertura, porque la oposición únicamente la representan los diputados que pasaron del Partido Revolucionario Dominicano, ahora aliado del gobierno y partidario de la reelección, al Partido Revolucionario Moderno, que lleva como candidato a Luis Abinader.

El debate sobre este asunto debe aportar transparencia y equilibrio en la aprobación de un presupuesto nacional del 2016 que no sirva para la campaña electoral del presidente a la reelección, sino que tienda a la igualdad de las partes que competirán en las elecciones presidenciales.

Puede ser un sueño, un deseo imposible de hacerse realidad. Pero hay que plantearlo, pues el sistema democrático es que postula precisamente esta igualdad de las partes que compiten por el poder.