Pedro Martínez dio a la República Dominicana gran alegría y orgullo en cada ocasión fue al montículo de las grandes ligas del Béisbol y representó a su tierra con hazañas memorables, frente a competidores más refulgentes o agigantados, bien alimentados desde niños y entrenados con las mejores condiciones.

Desafiante, inteligente, caballeroso, ardoroso en las batallas beisbolísticas, Pedro cobró fama como uno de los grandes de las Grandes Ligar, y ahora acaba de ser electo al Salón de la Fama de Cooperstown, convirtiéndose en el segundo dominicano en lograr este hito para la historia del béisbol dominicano y de los Estados Unidos. El primero fue Juan Marichal, quien todavía tiene la oportunidad de vivir este acontecimiento extraordinario para el pueblo dominicano.

La elección de Pedro Martínez era esperada. Sus estadísticas son sorprendentes y es un grande entre los grandes, no sencillamente un pelotero y pitcher de Grandes Ligas.

Como ha dicho el presidente de la República Dominicana, Danilo Medina, esta elección de Pedro Martínez, es el mejor regalo de reyes que han recibido los dominicanos en mucho tiempo. Y eso debe ser celebrado en grande por el país. Son miles de peloteros que compiten en los diversos equipos y se ocupan de trabajar duro para tener estadísticas que les lleven al Salón de la Fama. Quienes lo logran son una excepción, y en este caso nuestro Pedro Martínez sobrevivirá por siempre en el béisbol de ese país.

Nacido en Manoguayabo, Distrito Nacional, Pedro es un joven humilde, de una familia pobre, que creció junto a su hermano Ramón, también pelotero y pitcher, haciendo los mayores sacrificios para alcanzar una oportunidad en las ligares mayores. Fue Pedro quien tuvo el coraje y la fuerza de sobreponerse a todos las avatares y alcanzar la cima más grande de este deporte profesional.

Hay que destacar esta condición de hombre del pueblo que tiene Pedro Martínez. Humilde, que ha ganado muchos millones de dólares y que ha seguido siendo ejemplo, que no se ha dejado doblar el pulso por la fama y la prepotencia, precisamente lo que sobra a algunos de menores condiciones y recursos que él.

Pedro Martínez es un ejemplo y un orgullo para el pueblo dominicano. Felicidades a este hombre nacido en las entrañas del pueblo dominicano.