El gobierno debe proceder rápidamente para sancionar a los responsables de la venta de un pasaporte diplomático dominicano a un traficante internacional de armas, Ziad Takieddine, del Líbano, y quien está siendo procesado judicialmente en Francia, por corrupción y otros delitos.
El país está obligado a sancionar la corrupción. No es la primera vez que un sujeto vinculado con actividades ilícitas sale a la palestra pública utilizando documentos dominicanos. El país está desacreditado, y ya los franceses hablan de que la República Dominicana es un lugar donde todo es posible conseguirlo con algo de dinero.
El presidente Danilo Medina está compelido a demostrar que rechaza desde el gobierno este tipo de maniobra, por parte de los funcionarios que tienen bajo su custodia las libretas de pasaportes.
El pasaporte que le fue vendido a Ziad Takieddine, en 10 millones de pesos, es oficial del Estado, porque es un pasaporte diplomático. Una vergüenza. Además de ordenar una investigación, el presidente debe prepararse para aplicar sanciones que sirvan de ejemplo en el Ministerio de Relaciones Exteriores.
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