Falleció en la mañana de este domingo 13 de marzo el magistrado Julio Ibarra Ríos, miembro de la Sala Penal de la Suprema Corte de Justicia, hombre de Estado, que había servido al país desde diferentes posiciones, tanto en el Ministerio Público como en la Secretaría de Estado de Deportes.
Más que abogado, militante político o miembro de la Suprema Corte de Justicia, Julito Ibarra, como se le llamaba entre los conocidos y amigos, era un hombre que había dedicado su vida al fortalecimiento democrático de la República Dominicana.
Estuvo vinculado al Partido de la Liberación Dominicana, en sus primeros años, y posteriormente sus relaciones se fortalecieron en el ámbito del Partido Revolucionario Dominicano. No era un hombre de pasiones, pero sí fue intransigente con el deber, con el debido proceso, y como juez actuó siempre con un alto sentido de la política.
Julio Ibarra Ríos desde la última posición que ocupó, en la Suprema Corte de Justicia, lo dio todo para ayudar a fortalecer el proceso de reforma judicial. Nunca estuvo conforme con los resultados de su trabajo, porque ambicionaba más, pero sabia que la justicia había tomado el camino correcto con las reformas que se habían impulsado desde agosto del 1997.
Paz a sus restos, y que el pueblo guarde en su memoria el largo historial de trabajo, sacrificios y entrega de Julio Ibarra y sus hermanos, que desde muy temprano sufrieron los rigores de la represión, precisamente por demandar más libertades y más justicia para el pueblo dominicano.