No hubo nada más refrescante en este mes de noviembre que la salida de “Patios”, el libro de fotos realizado por Nelia Barletta en coedición con Carlo Reyes. Gracias al magnífico aporte de los artistas del lente Amadeo Anselin, Nemanja Brankovic, Ricardo Brioni, y del mismo Carlos Reyes, los editores han logrado un doublet: hacer por un lado, un nuevo y magnífico aporte a la bibliografía nacional, que carece de buenos libros sobre la Ciudad Colonial, captando su parte más secreta y versátil a través de sus patios y, por el otro, cooperar con la Fundación Abriendo Camino, a la que irá destinado el producto de la venta de este libro.
Patios es una producción original y muy personal. No se trata de un libro pretencioso, bien al contrario es un libro amable, de un tamaño agradable, manejable, accesible: no crea barreras e invita a ser tomado en las manos, manipulado y apreciado. Refleja no solamente el alma y la onda de sus autores sino también el alma de cada patio visitado, que éste pertenezca a una vivienda modesta o a un palacio.
Es una obra de pequeños y grandes detalles. Difunde paz porque retrata la naturaleza, porque sus autores son coherentes en su quehacer y porque vivieron en armonía la concepción y realización de este proyecto. La vegetación amuebla los patios, cubre los muros, los esconde o al contrario deja aparecer viejas piedras y el sonido del agua. Las imágenes desvelan lozas, adoquines, lajas, cerámicas, piedras, hierros, mobiliario, fuentes, musgo, la intimidad, lo efímero y lo intemporal revelando una gran sensibilidad y la facultad de hacer arte a partir de detalles.
Esta publicación nos recuerda que se puede hacer política sin darse cuenta. Se trata de Política en el sentido noble y etimológico de la palabra, cuando en el tiempo de los griegos se entendía que todos los asuntos del Estado eran asuntos de todos los ciudadanos, es decir, un quehacer ordenado hacia el bien común, un concepto que se ha ido perdiendo en casi todos los países.
Lo que quiero traer a colación es que para combatir la pobreza, mejorar nuestro entorno, luchar a favor de los derechos humanos, todos los ciudadanos y ciudadanas deberíamos tener interés por la política en el sentido más noble, vista ésta como una práctica orientada al bien común con vocación por mejorar la comunidad de forma equitativa y justa.
En este sentido, este libro es también un llamado a la conservación ya que los patios de la zona colonial están amenazados en su existencia si caen en la espiral del mercantilismo destructor. Es un grito de alarma de sus autores, de los dueños y usuarios de los patios hacia las autoridades para que se respeten en los nuevos afanes de remodelaciones y construcciones de la zona colonial, una justa proporción entre aéreas verdes y edificaciones para evitar que “Patios” se convierta en un libro de historia.
El segundo hito de esta publicación es de aportar fondos a la Fundación Abriendo Camino que trabaja desde hace 12 años en Villas Agrícolas para contribuir, vía la educación, a los cambios que requiere la sociedad, al desarrollo humano y a la reducción de la pobreza y de la delincuencia en la sociedad dominicana.
La población con la que trabaja la Fundación son los niños, niñas, adolescentes y sus familias de un sector marginado; les ofrece varios tipos de programas educativos y formativos, ampliando las ofertas según las necesidades.
En sus primeros 10 años de existencia la Fundación benefició directamente a más de 5.000 niños, niñas, adolescentes y sus familias a través de sus acciones. Al final de cuentas, la máxima beneficiaria ha sido la comunidad ya que ésta cuenta con una institución que es un referente que comprende sus necesidades y busca soluciones prácticas y funcionales con las instituciones gubernamentales y de desarrollo comunitario.
La Fundación Abriendo Camino ha aprendido a oír el latir y los desafíos del barrio, ella camina al lado de la gente que lo necesita, los acompaña y trata de no abandonarla cuando algo falla, siempre buscando nuevas estrategias para defender los derechos de los niños, niñas adolescentes y de sus familias: no por las personas ser pobres sus sueños son menos grandes.