En las encuestas y estudios de opinión que se han realizado en los últimos años, ha quedado claro que el tema de la seguridad ciudadana es la principal preocupación del país, si asumimos que la mayoría de los ciudadanos representan el sentir de la sociedad en su conjunto.
Los estudios que ha ordenado el Estado Dominicano, y los informes que ha recibido el gobierno de universidades y centros de investigación ratifican la percepción de que la seguridad ciudadana es una cuestión central en las preocupaciones del país. Esa seguridad está relacionada con la convivencia cotidiana, las labores productivas, las actividades académicas, religiosas, familiares, y hasta la asistencia a los lugares de trabajo o a lugares de diversión.
Cualquiera puede ser víctima de un atraco, un asalto, una agresión. Un alto porcentaje de ciudadano ha pasado por la dolorosa experiencia de asaltos y atracos con violencia y sin violencia, o de robos con agresiones.
Por ello tiene razón la Fundación Institucionalidad y Justicia (FINJUS) en el sentido de reclamar que Estado y Sociedad Civil, y todas las instancias empresariales y comunitarias, se pongan de acuerdo para poner en marcha una Estrategia Nacional o un Pacto Nacional por la Seguridad Ciudadana.
El gobierno del presidente Danilo Medina hizo esfuerzos y trató de poner en marcha planes nacionales de seguridad ciudadana, pero sin éxito y sin la continuidad que los mismos demandaban. Uno de los obstáculos fue siempre, y quedó claramente visible, lo constituyó el departamento responsable de garantizar la seguridad ciudadana: La Policía Nacional.
La propuesta de FINJUS es atendible, y la iniciativa tiene que tomarla el gobierno, otra vez, para poner en marcha este plan o acuerdo, en primer lugar poniendo sobre la mesa las recursos de que disponen las instancias estatales, así como el poder regulatorio.
FINJUS dice lo siguiente:
“Para FINJUS un Pacto Nacional por la Seguridad Ciudadana debe estar basado en cuatro pilares: el abordaje integral de las distintas manifestaciones de violencia (social, de género, intrafamiliar y comunitaria, entre otras); el fortalecimiento de la lucha contra el narcotráfico y el lavado de activos; el reforzamiento de la seguridad a nivel global, municipal y comunitario y por último, la transformación de la Policía Nacional y el mejoramiento de la efectividad del sistema de justicia penal”.
Ojalá que tengamos la disposición de empezar a hacer esto. Danilo Medina prometió, con buenos razonamientos, que los factores generadores de violencia e inseguridad, eran multicausales y debíamos buscarle soluciones integrales. Nos solidarizamos con los planteamientos de FINJUS, y aplaudimos el documento que acaba de emitir.