El imputado Raúl Alejandro Girón Jiménez, del caso de corrupción denominado Coral, que tiene como principal acusado al general Adán Cáceres Silvestre, ha aportado datos muy valiosos.
Girón Jiménez explicó con todos los detalles cómo un grupo de altos oficiales de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional roban dinero de los contribuyentes y al mismo tiempo explotan a sus subalternos, además de utilizar a presta nombres y testaferros para lavar los recursos obtenidos de manera ilícita.
Las revelaciones de este coimputado en el caso Coral no solo servirán para reforzar los cargos contra los acusados en este expediente.
Acaso lo más relevante y valioso es que ha afirmado que esa estructura mafiosa todavía se mantiene.
En consecuencia, si las actuales autoridades quieren combatir la corrupción sin importar en cuál administración de gobierno se ha cometido, tienen en el testimonio de Girón materia prima invaluable para profundizar las investigaciones y eliminar cualquier ramificación utilizada para el tráfico de influencias y la sustracción de dinero de los contribuyentes.
Porque no es suficiente con destruir y someter a la justicia la corrupción del pasado, es necesario detener a tiempo y cortar de raíz cualquier intento de corrupción del presente.