Un avión con dos millones de dosis de vacunas anti Covid-19 llegó desde la República Popular China hacia la República Dominicana.

Con esta información, dada por la vicepresidenta Raquel Peña, se augura que en los próximos días avancemos hacia la vacunación de por lo menos la mitad de la población.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado tratar de alcanzar el 50 por ciento de vacunación para que los países puedan empezar el regreso a la normalidad con pasos seguros.

El presidente Luis Abinader ha denunciado, tanto en sus discursos pronunciados en el territorio nacional como en foros internacionales, las injusticias y la falta de solidaridad con que se han comportado algunos países poderosos.

Obras son amores, y no buenas intenciones.

Esos países ricos, grandes potencias, han acaparado las vacunas, impidiendo que sus empresas las despachen a países pequeños que pagaron para obtenerlas a tiempo y proteger a sus poblaciones.

El pueblo y el gobierno de la República Dominicana ha tenido la fortuna de haber contado con buenas relaciones con China, lo que ha facilitado la obtención de las vacunas a tiempo y en la cantidad suficiente.

¿Qué habría sido de nosotros en esta pandemia, si no tuviésemos esas relaciones con China?

Otros hablan de cooperación, de ser socios estratégicos, pero a la hora de la verdad no lo demuestran con hechos.

Una lección debe de quedar clara: No se pueden poner todos los huevos en una sola canasta. O, como dice un viejo refrán de la hispanidad: Obras son amores, y no buenas intenciones.