El lunes estaremos conmemorando el primer año de gobierno del presidente Luis Abinader. Habrá quienes celebren el 16 de agosto como el último día de los 16 años continuos de gobierno del Partido de la Liberación Dominicana, y los 8 años seguidos del gobierno de Danilo Medina. El 16 de agosto fue un día importante en la historia del cambio político.

Al margen de otras consideraciones, sobre temas de salud, Covid-19, vacunas, políticas sociales, eliminación de instituciones estatales ya inservibles o de cambios en la imagen del país, nadie puede olvidar que la primera decisión del presidente Abinader fue tomar juramento a las magistradas Miriam Germán Brito, Procuradora General de la República, y Yeni Berenice Reynoso, Procuradora General Adjunta, a quienes declaró que podrían actuar con independencia, al margen de las decisiones políticas o las presiones de partidos, y que su deber era cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes en materia de transparencia y persecución del crimen y la corrupción.

Es un dato que habría que tener presente al cumplirse este primer año de gobierno. Porque es un primer año en el gobierno central y en el Ministerio Público.

El trabajo que hasta el momento se ha realizado en la Procuraduría General de la República no deja lugar a dudas sobre el cumplimiento del deber y la seriedad con que las nuevas autoridades han asumido el compromiso que contrajeron.

República Dominicana ha bajado en 2021 de los más altos lugares de índice de percepción de corrupción a los lugares menos en la región. Y la razón es la independencia del Ministerio Público. 

Miriam Germán y su equipo han identificado casos insospechados sobre corrupción en la administración pública pasada, y han actuado con agilidad e independencia en los casos de corrupción o presunción de corrupción o abuso de poder en la presente administración.

Un elemento adicional: Aunque los adversarios del gobierno y del partido en el poder han buscado conexiones o señales de mandato oficial para perseguir el peculado, no lo han encontrado, y eso ha representado una presión menos para el gobierno central, que ha podido dedicar su empeño en las tareas fundamentales de hacer frente a la crisis de salud y de la economía como consecuencia de la pandemia.

Las Operaciones Anti Pulpo, Coral, 13, Medusa, Calamar y Caracol, además del mantenimiento del proceso contra los imputados en Odebrecht, representan apenas una parte de las tareas emprendidas por el Ministerio Público que sopesa con seriedad los casos, que no se precipita, y que tampoco realiza shows mediáticos para darle fuerza a sus actuaciones.

Entre los muchos aspectos del cambio de administración pública, que se conmemora este 16 de agosto, el del Ministerio Público es la más vigorosa de las actuaciones de la nueva administración gubernamental.