Una amplia delegación del gobierno dominicano partió este lunes con destino a Washington, para defender ante diversos organismos en la capital norteamericana la decisión del Tribunal Constitucional de poner un corte en 1929, y revisar la ilegalidad en los documentos de identidad de miles de personas consideradas extranjeras y a las cuales no corresponde la nacionalidad dominicana.

Nuestro deseo es que puedan tener un buen desempeño y que el país quede bien ante los cuestionamientos a que estamos siendo sometidos, por discriminación, violación de derechos adquiridos o violación de los derechos humanos, al dejar sin nacionalidad a miles de personas, dominicanos de origen haitiano.

La decisión del TC es defendida furiosamente por quienes entienden que esa sentencia es un acto de soberanía, y que nadie debe dictar normas en materia de nacionalidad. El primer tramo de la delegación dominicana será ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), en donde hemos sido señalados por San Vicente y las Granadinas, miembro del CARICOM, por afectar a estados vinculados.

Otras reuniones incluirán delegaciones de países, oficinas de cabildeos en Washington, contratadas por el Gobierno, y entidades defensoras de los derechos humanos que tienen fuertes vínculos con el gobierno del presidente Barack Obama.

El tema es y seguirá siendo controversial. En este momento la República Dominicana está siendo objeto de las más duras críticas de la comunidad defensora de los derechos humanos. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos solicitó el 26 de septiembre pasado ser recibida por el Gobierno. Ese mismo día se dio a conocer la sentencia del TC. La respuesta del gobierno fue que la visita no podría ser atendida en estos momentos y que podría ser recibida en una solicitud posterior.

Es una situación delicada, y debemos comportarnos como parte de la comunidad internacional, a la que siempre hemos recurrido, dentro de un ambiente democrático: