La campaña electoral abre oficialmente en marzo del 2012, cuando la Junta Central Electoral haga la proclama de apertura de las elecciones para el domingo 20 de mayo. Para esa fecha faltan todavía 8 meses.

Los partidos políticos hicieron sus primarias y oficialmente el país tiene ya 10 candidatos presidenciales. Apenas falta por definir el candidato del Partido Reformista Social Cristiano, pero por los últimos resultados electorales de esa organización habría que convenir que esa selección no es relevante para el proceso político.

La cuestión es que, contrario a lo que manda la ley electoral, el país ha entrado precipitadamente en una campaña electoral apresurada, costosa, envolvente y que distrae al gobierno de las tareas fundamentales que tiene por delante, para dedicar una parte de sus recursos humanos y económicos a los temas que tienen que ver con el desempeño electoral del partido oficialista.

Los dos principales partidos, el PRD y el PLD, tienen candidatos que están en las calles en plena campaña electoral. Es probable que no tengan otra cosa más productiva y positiva que hacer que no sea promover sus aspiraciones. El problema es que ambos dirigentes, Hipólito Mejía y Danilo Medina, mueven a miles de personas en las provincias y en cada pueblo a donde acuden, y distraen a la gente de sus ocupaciones.

Poco a poco el país va entrando en la dinámica electoral y habrá poco que se pueda hacer que sea distinto, porque la política y las elecciones son una dinámica en sí misma, con una economía que la rodea y con unos protagonistas que tienen fuerza de convocatoria hasta mayor que la que aún conserva el presidente de la República.

Esa es la realidad y no es posible detener la actividad electoral. Sin embargo, por cuáles razones los miembros de la Asamblea Nacional que aprobaron la nueva Constitución no aprobaron, en un ejercicio de honestidad, que la campaña electoral era abierta, sin fecha fija de inicio, aunque la JCE tuviera la potestad de dar apertura con su proclama, como un mero formalismo. Es la ley electoral que determina los aspectos propios de la organización de las elecciones, pero tampoco hay disposición en el organismo para imponer su rol como órgano regulador.

Hace meses que la campaña electoral comenzó y esto no hay quien lo detenga. Habrá campaña intensa, agresiva, dura, hasta que termine la elección el tercer domingo de mayo, en caso de que no haya necesidad de una segunda vuelta. Si se requiere una segunda vuelta esto seguirá hasta junio del 2012. Es demasiado tiempo en elecciones.