El departamento de Persecución de la Corrupción Administrativa (PEPCA), dependencia del Ministerio Público, acaba de formalizar la acusación contra varios de los implicados en la investigación sobre la mafia denunciada por el arquitecto David Rodríguez García, quien se suicidó luego de dejar escrito un papel identificando a los miembros de la familia que en la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE) lo extorsionaban y engañaban.

No se incluye a los ejecutivos principales de la entidad gubernamental, que tan pronto ocurrió el hecho fueron destituidos por el presidente de la República Dominicana, y no se explica la causa de esa exclusión. Hay que entender que no existen pruebas que los vinculen con los hechos, o que las pruebas que tienen las autoridades son débiles y no ameritan que se les incluya en el expediente acusatorio.

La otra posibilidad, pero no queda establecida por las autoridades del PEPCA, es que tanto a José Florencio como a Miguel Pimentel Kareh se le investigue aparte y se formulen cargos en su contra por acusaciones vinculadas, pero no relacionadas directamente con la muerte del arquitecto David Rodríguez García.

Uno de los abogados que participa del proceso, Miguel Morillo, ha formulado acusaciones muy duras contra Laura Guerrero Pelletier, directora del PEPCA, por la exclusión de los funcionarios principales de la OISOE. Y ha dicho que ambos funcionarios fueron mencionados por sus nombres por uno, por lo menos, de los que ha sido sometido a la justicia por asociación de malhechores y prevaricación.

El Ministerio Público debe explicar sus razones para separar del expediente del caso OISOE a los dos principales ejecutivos en el momento del hecho, y quienes fueron separado de sus cargos casi de forma inmediata por el presidente de la República, Danilo Medina.

Es lo que corresponde. Se les presume inocentes, pero el Ministerio Público debe dar las explicaciones sobre esa exclusión, tomando en cuenta que el PEPCA está en el deber de resarcir los daños morales que han causado las imputaciones realizadas contra Miguel Pimentel Kareh como contra José Florencio. Y si son inocentes debe decirlo con claridad el Ministerio Público, no quedarse callado.