Por tradición política se acostumbra a que el gobierno de turno realice cambios en el tren gubernamental en dos fechas históricas específicas: 27 de febrero y 16 de agosto.

No hay nada establecido al respecto, salvo cuando hay cambio de gobierno, que se instalan las nuevas autoridades electas y el presidente de la república designa de inmediato su gabinete, mientras que las cámaras legislativas y los cabildos escogen o renuevan sus fuetes directivos.

El gobierno del presidente Luis Abinader cumplió el lunes 16 de agosto su primer año. En una entrevista con los medios de comunicación del Grupo Corripio el presidente Abinader aclaró que para hacer cambios en la administración no hay que esperar una fecha determinada. Es la voluntad y la decisión del presidente la que determina el momento de los cambios.

«Yo no creo que haya que esperar una fecha específica para hacer cambios, los cambios se hacen cuando son necesarios», dijo Luis Abinader.

Como es tradición que se esperen cambios en la administración, porque varios presidentes anteriores así actuaban, generalmente aspirantes a posiciones, enemigos políticos y activistas promueven -a favor y en contra- remociones y designaciones, sin que se note o se descubra la mano oculta que mueve esos intereses.

Hay ministros que promueven sus éxitos, ocultan sus fracasos, estimulan a sus amigos y beneficiarios a ponderar sus virtudes, porque se entiende que los presidentes tienen en sus manos encuestas, mediciones, rangos de rechazo y popularidad de los funcionarios.

En esto también el presidente ha expresado una postura diferente a la tradición. Ser funcionario público no se consigue por popularidad ni por encuestas positivas o valoraciones. En la misma entrevista Abinader dijo:

«Pero tampoco esto es un concurso de popularidad, nosotros sabemos la eficiencia de cada quien, yo aplico el método científico para ver los resultados en cada una de las áreas, y no hay que esperar el 16 de agosto para hacer cambios, se puede aprovechar para hacer cambios rutinarios, pero lo importante es que desde el Gobierno, como responsable, yo vea los objetivos que nos hemos planteado se están cumpliendo o por qué no se están cumpliendo».

Varios ministerios han realizado presentaciones con motivo de su primer año de gestión. Algunas de esas actividades, como las de Obras Públicas, Educación y Medio Ambiente las ha encabezado el propio presidente de la República. La última, con Medio Ambiente, se realizó este jueves 19 de agosto.

El Palacio Nacional organizó una valoración del presidente Abinader con motivo de su primer año de gobierno. Y ha sido presentado un discurso la noche de este miércoles, en un acto con invitados especiales, en el que el presidente habló de sus realizaciones y de los cambios que se propone realizar en los próximos tres años que le restan a su administración. Hizo propuestas muy claras, especialmente para el ámbito de los partidos políticos.

Un gobierno nuevo, con un partido de reciente formación, necesitará renovar y replantearse muchos asuntos. Alguno podría ser el gabinete, por decisión del presidente o porque los propios designados lo requieran. Si se hiciera, que sea para mejorar y eficientizar la actividad estatal y maximizar los resultados con los recursos de que se dispone.

El otro elemento lo constituye lo inesperado, con lo que no contaba Luis Abinader y el PRM cuando hicieron su propuesta de gobierno: La pandemia, los ciclones, la fiebre porcina africana y las restricciones económicas que cada uno de esos menesteres traer aparejadas. Agosto podría ser un mes de algunos cambios. Solo el presidente sabe si lo decide y lo anuncia.