Las reacciones de los partidos de oposición ha sido de rechazo a la Junta Central Electoral, y en particular a Roberto Rosario Márquez por sus procedimientos fuera de ley, y de rechazo al presidente reelecto, Danilo Medina, por los métodos empleados para quedarse en el poder, incluyendo su control de las cámaras legislativas y de la gran mayoría de los ayuntamientos y distritos municipales.

Luis Abinader acusó a Danilo Medina de romper los procedimientos democráticos y legítimos de elección al dedicar dinero para la compra de cédulas, utilizar los recursos del Estado en la campaña y poner a su servicio a la Junta Central Electoral, “A partir de este momento tanto nosotros como nuestros aliados, articularemos en conjunto acciones en defensa del estado de derecho e institucionalidad democrática; porque no podemos continuar aceptando una democracia secuestrada”, dijo, para exigir la salida inmediata de los miembros titulares de la JCE y del Tribunal Superior Electoral.

Guillermo Moreno, candidato presidencial de Alianza País, fue más duro en sus críticas al presidente Medina y a la Junta Central Electoral. Responsabilizó al Pleno de la JCE de lo que definió crisis post electoral. Y sobre el reelecto presidente Danilo Medina dijo: “En las condiciones en que se produce su elección, el Lic. Danilo Medina no merece nuestra felicitación, pues su nueva presidencia se produce habiendo socavado como nunca antes la precaria institucionalidad democrática del país”. Guillermo llamó a toda la oposición a formar lo que denomina una Mesa de Oposición para el Cambio Democrático.

Minou Tavarez Mirabal, candidata presidencial de la Alianza por la Democracia, dijo que “el proceso electoral ha sido irregular y arbitrario lo que cuestiona sus resultados”, y que la JCE ha sido responsable de dar “un verdadero golpe de estado electoral al divulgar ‘datos preliminares extrajurídicos’ como los llamara el propio presidente de ese organismo. Todo lo que surja de un proceso cargado de tanta ilegitimidad es ilegítimo”.

Pelegrín Castillo Semán, candidato presidencial de la Fuerza Nacional Progresista, dijo que el presidente Danilo Medina fue impuesto en el gobierno y que la resistencia es la respuesta que debe dársele desde la oposición. lEntiende que la victoria de la reelección del presidente Danilo Medina ha sido el fruto de la imposición autocrática al servicio de “agendas antinacionales y oligárquicas”. Castillo llamó al pueblo dominicano a la lucha “nacional y patriótica, de resistencia y liberación”.

Elías Wessin Chávez, del PQDC, Soraya Aquino, del PUN, y Hatuey Decamps, del PRSD, no han realizado pronunciamientos hasta este momento, pero han mantenido una posición crítica sobre la forma en que la JCE condujo la emisión de los resultados “preliminares” de las elecciones.

Danilo Medina, el candidato a la reelección que ha sido favorecido por los datos emitidos hasta el momento, y que cuando se complete el 100 por ciento de los votos, no cambiará, se mostró como el favorecido por el pueblo, hizo un llamado a sus seguidores a celebrar con moderación, y lanzó un ramo de olivo a sus adversarios a quienes dijo que no tenía la intención de perseguir o maltratar.

Aunque hay numerosas comunidades en movilización y protestas, porque en el nivel municipal existen trampas, triquiñuelas, intentos de sabotear resultados ya conocidos, senadoras, diputaciones y alcaldías que tienen diferencias mínimas, y que siguen en juego, hay que admitir que el balance de las elecciones favoreció al PLD, al presidente Medina y en particular a la tendencia danilista dentro del PLD, que se consolida como el gran poder político en el país.

La existencia de una oposición vigorosa es saludable para el proceso democrático. La división y fragmentación de la oposición es el gran triunfo del PLD, que como partido ha reinado engullendo a los partidos opositores, entre ellos el PRSC y el PRD.

Y si la oposición acoge algunos niveles de concertación, y frente al gobierno y al PLD, se presenta monolíticamente, tendrá la posibilidad de influir en la designación de los nuevos titulares de la JCE y del Tribunal Superior Electoral. Esa concertación opositora, con actuaciones comunes, ayudará a consolidar una oposición firme al gobierno y reconducirá la política de forma diferente. En el período de gobierno que termina, Danilo Medina gobernó teniendo entre sus aliados al PRD, que había sido su contrario en el proceso electoral del 2012.

Que los opositores asuman con inteligencia su rol, y actúen en consecuencia, reconociendo que entre ellos hay mayores y menores. No es lo mismo el PRM, que obtuvo casi un 36 por ciento de los votos, que el conjunto de las demás 6 fuerzas políticas, que apenas alcanzó el 3.45% de los votos.

Y si se asume a la derecha dura que está en la oposición (FNP, PQDC y PUN), entre los tres apenas obtuvieron el 0.88 de los votos emitidos. Todos incluidos, sumados al PRM, tendrían el 38.21% de los votos. Esa sería una gran fuerza opositora, con posibilidad de hacer frente a las decisiones del gobierno. ¿Tendrán la inteligencia y la voluntad para entenderlo y actuar como manda la realidad?