El Consejo Nacional de la Magistratura concluyó las entrevistas a las personas aspirantes a ocupar posiciones en las llamadas altas cortes, incluyendo a los actuales jueces de la Suprema Corte de Justicia en edad de permanecer en las posiciones que ocupan.
Ha sido un trabajo arduo, que inició con muchísima atención pública hace cuatro meses, y que concluye ahora con las entrevistas públicas a los jueces aspirantes a la continuidad, con menor interés de la sociedad, como resultado del cansancio o del tedio que se observa en las sesiones.
Las garantías que han ofrecido los miembros del Consejo Nacional de la Magistratura, comenzando por Reinaldo Pared, presidente del Senado, es que antes de concluir el 2011 serán seleccionados y anunciados al país los miembros del Tribunal Constitucional, del Tribunal Superior Electoral y los de la Suprema Corte de Justicia.
El país espera una selección de miembros de las altas cortes que responda a los criterios de profesionalidad, honestidad, competencia, independencia que fueron establecidos en los reglamentos aprobados por el Consejo Nacional de la Magistratura.
Los sesiones públicas del CNM, con profesionales del derecho, miembros de la Judicatura y académicos de la más variada procedencia, demostró que el organismo tiene excelentes candidatos y candidatas para seleccionar tanto en el Tribunal Superior Electoral, como en el Tribunal Constitucional y en la Suprema Corte de Justicia.
El comentario generalizado es que el presidente Leonel Fernández se servirá con la cuchara grande, que todos estos órganos están previamente decididos con personajes ya relacionados al presidente Leonel Fernández.
Y con esta selección, se ha dicho, Leonel Fernández consolidaría su poder en el Estado, independientemente de su próxima salida del Palacio Nacional. Nos resistimos a creer esta versión, pues el discurso del doctor Fernández ha sido el de llevar a cabo una revolución democrática, por la vía de la nueva Constitución, y ella sería posible únicamente con una selección acertada de profesionales de valor, honestidad y criterio independiente, que es lo que avalaría el arduo trabajo realizado por el CNM hasta el momento.
Nuestro deseo es que así sea, y que los decires sean solamente eso, chismes de gente que no quiere entender el espíritu democrático del presidente Leonel Fernández.