El doctor Euclides Gutierrez Félix ha dicho unas palabras sobre la juventud que no se corresponden con estos tiempos, ni con la relevancia que tienen los jóvenes.
Luego de preguntarse "¿Quién ha dicho que la política es de la juventud?”, el distinguido profesor, historiador, miembro del Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana, ha expresado lo siguiente:
"Es un error pretender sustituir la experiencia de un partido por la juventud”.
Esas palabras hieren a millones de jóvenes dominicanos que tienen interés por la política y que buscan espacios en los partidos políticos. Pensar y actuar con ideas como las del doctor Gutiérrez Félix provocaría un estancamiento lamentable en el Partido de la Liberación Dominicana, que está obligado a pensar y repensar su labor política y gubernamental, luego de perder las elecciones municipales, congresuales y presidenciales.
Pero hay más. El 40 por ciento del padrón electoral dominicano está constituido por jóvenes que no vivieron ni tienen posibilidad de recordar los 12 años de Balaguer, finalizados en 1978, ni los 10 años posteriores del viejo caudillo, finalizados en 1996, y ni siquiera recuerdan o tienen detalles del primer gobierno de Leonel Fernández en el período 1996-2000. Mucho menos de los más de 30 años de la sangrienta dictadura de Rafael Trujillo (Chapita).
Pero además, por si fuera desconcertante lo dicho por Gutiérrez Féliz, Juan Pablo Duarte, cuando se proclamó la separación de Haití en 1844 apenas tenía 31 años. Por poner sólo ese caso, tienen tanta significación para un historiador como Euclides Gutiérrez Féliz.
Despotricar contra los jóvenes no es un buen consejo. Hemos llegado a un momento en que son los jóvenes los que tienen que salvar a los partidos, sacarlos de los viejos hábitos de la política dominicana. El caudillismo, tan tan en boga en años recientes, debe ceder espacio, y comienza hacerlo, con decisiones como las que tuvo el proceso electoral en varios lugares importantes, comenzando por Higüey.
Solo para recordar que la fuerza vital de los pueblos la tienen los jóvenes. Y claro, los jóvenes deben guardar espacio cómodo, protección y respeto para los muy veteranos, de la tercera edad, como el doctor Gutiérrez Félix, que necesitan ser escuchados en sus repetitivas historias de antaño.