Las dos sesiones del Consejo Nacional de la Magistratura han conocido los días miércoles y jueves de esta semana las postulaciones de por lo menos 52 aspirantes a ocupar posiciones en la Suprema Corte de Justicia.

Quedará tiempo para analizar el comportamiento de cada uno de los consejeros, el tipo de pregunta que realizan, los argumentos que formulan para hacer las preguntas, las exclamaciones y expresiones de admiración y aprecio para algunos de los postulantes. Pero también habrá oportunidad para entender por qué el presidente del Consejo Nacional de la Magistratura nunca hace preguntas, y las razones por las que el presidente de la Suprema Corte de Justicia se comporta de un modo jovial y hasta con algarabía cuando formula “ganchos” a algunos de los postulantes, sobre todo en la distancia que existe entre el derecho civil y el derecho penal.

Sin embargo, ha resultado ostensible que los miembros del Consejo Nacional de la Magistratura en esta ocasión no tienen información sobre las sanciones que se han aplicado a magistrados a lo largo de su trayectoria en el Poder Judicial.

Es decir, hemos sabido que los inspectores del Poder Judicial y del Ministerio Público, en esta ocasión no certificaron ni validaron las sanciones aplicadas a los postulantes que pertenecen al Poder Judicial. Una razón podría ser que los jueces se presentaran al mismo nivel que los que no corresponden a la carrera judicial. Esto debió quedar claro antes de iniciar las sesiones que comentamos, y no ha sido así.

Correspondía al presidente de la SCJ, Mariano Germán, solicitar la lista de las sanciones aplicadas en diferentes momentos y grados a los que se postulan a la SCJ. Y quien tenía a su disposición esta información, como secretario del CNM, era el magistrado Fran Soto Sánchez. Y está claro que varios de los que han postulado en estas dos sesiones tienen sanciones por diversas causas, algunas graves.

Hay que destacar el rol que están jugando los consejeros Josefa Castillo y José Ignacio Paliza, representantes del Partido Revolucionario Moderno. Han sido ellos los que han cargado con la mayor parte de las preguntas, y en especial cuestionando a los que han tomado decisiones controversiales y a los que tienen vínculos políticos.

Hay que destacar la participación de los magistrados Mery Laine Collado Tactuk, juez miembro de la Primera del Tribunal Superior Administrativo, sobre quien no pesan cuestionamientos y por sus excelentes relaciones humanas. Y que tuvo un desempeño bien valorado. Igualmente bien valorado ha sido el magistrado Ramón Horacio González Pérez, por su excelente participación y por su historial de pulcritud en el desempeño de sus funciones. Es un hombre honorable y ético.

Hay que destacar la participación del magistrado Modesto Martínez Mejía, de la Corte de Apelación de Niñas, Niños y Adolescentes, quien ofreció una cátedra sobre el sistema penal dominicano y sus trabajas, describió con claridad la vida de desamparo de niños y adolescentes, y brindó explicaciones brillantes e inteligentes sobre los compromisos políticos y las posiciones en el poder judicial. Y dijo claramente que se inhibió en un caso vinculado a Guillermo Moreno, porque este abogado y político además de ser su amigo, es su compadre.

El magistrado Claudio A. Medrano Mejía, de la Corte de Apelación Penal de San Francisco de Macorís, quien siendo un juez garantista, se le conoce como alguien bien capacitado, correcto, con una tradición incuestionable. Su exposición fue también una cátedra sobre el estado del sistema penal en la región norte del país.

Luis Henry Molina también brilló con su presentación. Presidente de Indotel, y miembro del Comité Central del PLD, pero además presidente del Consejo de Regentes de INTEC y antes de la posición que tiene ahora fue Vice Ministro de la Presidencia. Su historial como funcionario es limpio, no participa de patrañas, ni anda ambicionando posiciones, y conoce como pocos el sistema judicial dominicano. Fue presidente de la Escuela Nacional de la Judicatura. Lo cuestionable es que antepuso su condición en el Comité Central del PLD a la elección como miembro de la SCJ. Si lo eligen renuncia, y no quiso responder si aceptaría sólo ser miembro de la SCJ y no presidente. Una pregunta difícil la que le hicieron.

Justiniano Montero y Montero, presidente de la Corte de Apelación de la Cámara Civil y Comercial del DN, tuvo una participación responsable y clara, y exponiendo con sinceridad las cuestiones más difíciles del poder judicial en este momento. Se le considera un juez medularmente ético.

Buena participación tuvieron también las magistradas Yokaury Morales Castillo, juez de la Tercera Sala de la Cámara Civil de la Corte de Apelación del DN, Bernabel Morricete Fabian, juez miembro de la Corte de Apelación de Niños, Niñas y Adolescentes de La Vega, así como la magistrada Ysis B. Muñiz Almonte, de la Corte de Apelación del DN, quien hizo una exposición brillante.

Habrá que revisar con detenimiento los datos históricos, las sanciones, las relaciones políticas y otros cuestionamientos de todos los que están postulando en estas sesiones del CNM.