El presidente Danilo Medina tiene el proyecto de aumentar en 6 millones el número de turistas que visita cada año la República Dominicana, para que cada año nos visiten 10 millones de turistas. Es su gran propuesta, que se sustenta en la idea de convertir el turismo en la industria más relevante en términos de políticas públicas y de ubicar al sector en el centro de la producción y generación de divisas.

Eso es lo que promovió Danilo Medina en la campaña electoral y es lo que ha reiterado desde que asumió el poder hacer cuatro meses. Incluso, el Ministerio de Turismo ha comenzado a ofrecer cifras de que el número de turistas es creciente y que ya el sector turístico comienza a percibir los frutos de las intenciones de Danilo Medina.

Si es así, y Francisco Javier García está ya impulsando la propuesta de Danilo Medina, que Dios lo bendiga y que Danilo Medina le dedique tiempo y recursos para que siga haciendo el trabajo que el proyecto presidencial demanda. En el presupuesto del 2013 el Ministerio de Turismo tiene asignado el 0.1 del PIB, cercano a los 2,913 millones de pesos, para promover el turismo en un mundo globalizado, altamente competitivo, en el que se mueve alrededor de mil millones de turistas por año.

La decision que tomó el gobierno, de aumentar los impuestos no es nada agradable para el turismo, y menos para el sector de los touroperadores, que mide cada centavo en impuestos que debe pagar por turismo en los diversos destinos. A pesar de los esfuerzos que el país ha hecho para atraer cruceros, no ha sido posible que la RD enganche otra vez con ese sector. Los factores son muchos, no solamente los de carácter impositivo.

El otro elemento que no favorece el proyecto del presidente es que el país carece de las habitaciones, de la infraestructura, de las carreteras y de las facilidades de servicios públicos (energía eléctrica, agua, alimentación) para atender a 10 millones de turistas. La seguridad pública en este momento, incluso, se encuentra eclipsada, y no puede atender un aspecto que es y será siempre vital para el turismo.

Llama la atención que el gobierno no haya diferenciado, por ejemplo, para el sector turísticos tasas impositivas atractivas. En cambio, lo que hizo el gobierno fue aumentar el pago del ITBIS del 16 al 18, cuando el sector reclamaba tasas de no más del 10 por ciento, para poder atraer a los operadores y a los turistas. No hay forma de dar coherencia a las ideas del presidente Medina con sus decisiones impositivas.

Y por otro lado, el país carece de una línea aerea nacional, como las tienen casi todos los países de la región centroamericana, o México, o Cuba, o El Salvador y Costa Rica, o Panamá. República Dominicana perdió la línea aérea que tenía. Los corruptos se la comieron, y el chance de establecerla se perdió con los frustrados intentos del anterior ministro de Turismo, Felucho Jiménez.

República Dominicana recibe turistas mayoritariamente de Europa, y en particular de España. El anuncio de Iberia, la principal línea aérea española, es que a partir de abril del 2013 dejará de volar a la República Dominicana y a otros países de la región. Ya no somos rentables. Eso debía ser un escándalo y debió crear un movimiento poderoso alrededor del gobierno para que España reconsidere esa decisión.

Pero nada pasa. Se han contentado con que Air Europa duplique sus vuelos desde y hacia la República Dominicana. Conociendo a Pepe Hidalgo y a sus empresas, la petición del gobierno dominicano es el mayor error que se pueda cometer. Los precios no serán iguales y se iniciará la creación de un monopolio en perjuicio de todo el que desee viajar desde España hacia la República Dominicana.

Por nada, lo de los 10 millones de turistas no es un proyecto. Sigue siendo una idea, y por supuesto que eso lo sabe bien el ministro de Turismo, Francisco Javier García, quien probablemente está tratando de hacer negocios para traer más turistas al país. Que tenga suerte.