El sermón de las 7 palabras fue coronado en esta semana santa por una denuncia variada, consistente y realista.
Los sacerdotes que prepararon los mensajes actualizados, teniendo como base cada una de las palabras de Jesús en su martirio, dieron en el blanco con las críticas que formularon.
Los sacerdotes Julio Cordero, de los paulistas, Antonio Lluberes, jesuita, Abraham Apolinario y Bienvenido Colón, diocesanos, además del diácono Benito Moreno Santana, fueron claros en sus mensajes y en sus críticas.
No se fueron por las ramas. Criticaron la insensibilidad, la indiferencia, las injusticias y la poca acción de las autoridades por la defensa de los más pobres.
Criticaron a los ricos por el afán de acumulación, que incluye al sistema financiero, con una carrera desenfrenada por cada año reportar mayores beneficios, sin pensar en lo que va quedando como parte del trayecto que transitan.
Criticaron la poca acción de la justicia. La poca crítica de los medios de comunicación y la falta de interés por la formación integral de los profesionales que salen con títulos de las universidades, en especial las que tienen compromiso con la fe católica.
“Algunas de nuestras universidades católicas parecen estar más en función de hacer mejorar y crecer las empresas de los tradicionales y grandes grupos económicos, que en el desarrollo humano y social de nuestras gentes”. Este mensaje formó parte de las siete palabras de esta semana santa que concluye este domingo.
“No podemos seguir gastando el talento de una formación de élites empresariales y económicas, cuyas estrategias no toman en cuenta los desafíos de la gente que no cuenta para quienes lo tienen todo y lo quieren todo”, siguió diciendo el mensaje.
A los medios de comunicación, que tradicionalmente ha sido aliados en la denuncia y en la crítica, se les criticó por estar al servicio de unos cuantos intereses de familias poderosas. Se criticó la censura y la autocensura que ocurre en los medios de comunicación del país, debido a los intereses de grupos económicos, que se conducen como “verdaderos dueños del país”.
El mensaje es bien claro, y está dirigido para que no quede ni caiga en el vacío. Las universidades católicas tienen que repensarse en su labor, y los medios estamos en el deber de poner en una balanza lo que hacemos en relación con lo que se nos pide y lo que probablemente está necesitando la sociedad dominicana: información imparcial, independiente.
Excelente el mensaje de las siete palabras en esta semana santa.