Dos encuentros de este lunes han sido positivos para mejorar el ambiente del sector salud, que en las últimas semanas ha quedado seriamente lesionado por las paralizaciones de los hospitales públicos, por decisión del Colegio Médico Dominicano.
El primero ocurrió entre las autoridades del Ministerio de Salud, encabezado por la ministra Altagracia Guzmán, y la nueva directiva del Colegio Médico Dominicano, que preside el doctor Wilson Roa. El encuentro ocurrió en la tarde de este lunes en la Universidad Católica Santo Domingo, con la mediación de Monseñor Jesús Castro Marte, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Santo Domingo y rector de la UCSD.
Los doctores José Joaquín Puello y Julio Amado Castaños Guzmán, que formaron parte de la comisión auspiciadora de los acuerdos del 2016, estarían presentes en este encuentro, con el propósito de revisar las diferencias entre las partes sobre los puntos en debate.
El dato novedoso es que la presidencia del CMD la detenta desde hace apenas unos días el doctor Wilson Roa, a quien le toca conducir esa entidad durante los próximos dos años. Ha sido miembro directivo, pero no el vocero de los médicos, y podría representar un liderazgo diferente al del doctor Waldo Ariel Suero, quien siempre ha sido partidario de paralizar las labores de servicios en los hospitales del Estado, ante cualquier diferencia con las autoridades.
Deseamos que este diálogo sea exitoso y que se puedan aclarar las disputas que ha presentado el Colegio Médico Dominicano. Los testigos siguen siendo los mismos, y el mediador tiene la voluntad de conseguir la normalización de las relaciones entre los profesionales de la salud y las autoridades del gobierno.
El segundo encuentro esperanzador se dio más temprano, con una visita de cortesía del presidente del Colegio Médico Dominicano, Wilson Roa, al presidente Danilo Medina. Participaron varios profesionales de la salud, incluyendo al doctor José Joaquín Puello, así como el Ministro de Trabajo, José Ramón Fadul.
Este encuentro es significativo, porque ocurre iniciando la dirección del doctor Roa, y porque el diálogo directo con el presidente de la República podría ofrecer una perspectiva diferente al presidente del colegio médico, acerca de los problemas del sector salud y las limitaciones que tiene el gobierno para responder, con la rapidez que demanda el CMD, la solución de los asuntos más urgentes.
En ambos lugares se abrieron las puertas para un diálogo más fructífero y sincero entre los profesionales de los servicios de salud y las autoridades. Esperamos que Wilson Roa esté más dispuesto al diálogo, a los pactos, que a las huelgas. Ello será garantía de la continuidad de los servicios de salud en los hospitales del Estado.