La reelección del presidente Danilo Medina trae consigo algunas inquietudes y preocupaciones políticas. El presidente dijo en 2012 que sólo necesitaba cuatro años para realizar sus propuestas de gobierno. Luego resultó que le faltó tiempo y fue necesario cambiar la Constitución de la República. Y la historia transcurre con el presidente logrando sus deseos, haciendo pactos y logrando adhesiones, incluida la del Partido Revolucionario Dominicano.

El presidente no se ha referido a su cambio de postura sobre la reelección presidencial. Ha sido persistente en mencionar las nuevas tareas que tiene por delante, anunciando el camino a seguir por su futuro gobierno, hasta el 2020.

Y aquí surge una de las dudas: Al llegar el 2020 el presidente abandonará la presidencia, como manda la Constitución, y luchara para que su partido siga en el poder, o en cambio se dedicará a otra campaña reeleccionista, tomando en cuenta sus cualidades, su juventud y el apoyo que siga teniendo como presidente que pone en marcha políticas públicas del gusto popular, con una fuerte inversión en la promoción de sus ejecutorias.

Unos dicen que cumplirá su palabra y se irá de la presidencia al cumplir su mandato. Otros dicen que no se irá tan fácilmente, que si las condiciones políticas se lo permiten -y por eso el proceso electoral actual es importante- tratará de modificar otra vez la Constitución de la República para abrir otra vez la puerta a su continuidad en el poder.

Si el presidente tiene un empeño en que su partido logre controlar por completo las cámaras legislativas, es para tener el camino abierto a un cambio constitucional sin traumas, más que por la ambición natural de todo político de que partido logre éxitos electorales.

La mayoría de las encuestas acreditada que han dado a conocer estudios de intención de votos para las elecciones del 15 de mayo colocan al presidente Medina con una ventaja significativa sobre su más cercano contendor, Luis Abinader. El presidente-candidato y su equipo estratégico no pierden oportunidad para buscar más simpatías, y hay quienes piensan que desean un triunfo que sea también decisivo para el liderazgo interno del Partido de la Liberación Dominicana.

Nadie olvida a Leonel Fernández, quien fuera presidente desde el 2004 hasta el 2012, con deseos de perpetuidad en el poder. Y que se entendía llevado por los vientos de nuevo al poder en las elecciones del 2016. Todo ese esfuerzo fue borrado por Danilo Medina y su equipo, quienes destrozaron las posibilidades de Leonel retornar al poder. En el período 2016-2020 ¿será Leonel Fernández opción de poder o seguirá siendo un aliado forzado de Danilo Medina?

Las elecciones del 15 de mayo tienen un sustrato poderoso para el devenir de la política y de los líderes políticos dominicanos. El resultado electoral ayudará a redefinir la lucha interna en el PLD, y dará oportunidad para que la oposición consolide una opción de cambio, tomando en cuenta que el PLD llevará entonces 16 años seguidos en el poder, con el control de todos los poderes, y sin disposición a compartir espacios de ese poder con nadie que no sea súbdito suyo.