Mientras los dos principales candidatos a la presidencia de la República, HIpólito Mejía y Danilo Medina, recibían y analizaban las conclusiones sobre su debate del martes en la Asociación de Industrias de la República Dominicana, el presidente Leonel Fernández y los demás miembros del Consejo Nacional de la Magistratura apuraban las entrevistas con los aspirantes al Tribunal Constitucional.

A continuación, como cada vez que ha habido sesiones del CNM, entregamos el análisis de un observador crítica y conocer de los procedimientos en boga en relación con la selección de los miembros de las Altas Cortes.

En esta ocasión, en vez de presentar el análisis de una de las sesiones, ofrecemos un compendio de consideraciones sobre las últimas dos sesiones del Consejo para determinar las cualidades de los aspirantes:

El martes continuaron las vistas públicas de los aspirantes al Tribunal Constitucional. Ha sido la sesión más pobre de todas las efectuadas hasta ahora.

Los responsables fueron sobre todo los candidatos, pero alguna responsabilidad también le cabe a los miembros del CNM que parecieron haber agotado su creatividad a la hora de formular preguntas, pues aunque hubo algunas interesantes, ya eran repetidas.

Once candidatos fueron entrevistados, de diez y seis que estaban programados. También fue la sesión que dedicó más tiempo a cada candidato, lo que no tiene mucho sentido pues varios de los aspirantes hubiesen podido ser descartados con la primera pregunta.

Sobresalió Aura Celeste Fernández con su voz parsimoniosa y la autoridad que le caracteriza. Rosa Luisa Fernández Javier mereció mejor suerte, pero cualquiera se equivoca ante una pregunta que depende de la memoria. Tuvo la valentía de señalar que no sancionaría a un médico que practicara un aborto en determinadas condiciones (si tuviera que elegir entre la vida de la madre y la del feto). En un CNM integrado por una mayoría abrumadoramente conservadora, la respuesta no le favorece. Otros han decidido declararse contrarios al aborto, al matrimonio homosexual, y seguramente sumaron puntos con tales respuestas.

El magistrado Domingo Gil fue otra de las notas positivas en una sesión gris.

No se puede dejar de comentar el esfuerzo de Víctor Gómez Bergés de incorporarse a una función jurisdiccional, en materia constitucional, luego de toda una vida en la política partidaria. Demostró habilidad política cuando respondió una pregunta favoreciendo la forma en que el presidente ha manejado el tema del presupuesto, y aun cuando técnicamente su respuesta no es correcta, probablemente su nota no dependerá de un acierto técnico. El Dr. Gómez Bergés se olvidó del artículo 238 de la Constitución, que obliga a que el gasto público se asigne tomando en cuenta criterios de prioridad, eficiencia y economía.

El miércoles salió el sol (aunque fuese de noche).  La sola participación del magistrado Juan Manuel Guerrero hubiese sido suficiente. El más brillante de toda la noche, y con el magistrado Cruceta, los dos más destacados en todas las vistas públicas hasta el momento. Estuvo impecable.

En una noche en que la mayoría de los aspirantes pertenecían a la carrera judicial, dado los antecedentes de sesiones anteriores, se debería esperar mucho más y así fue.

Katia Miguelina Jiménez se destacó con su seguridad. La magistrada podrá ser controversial, pero no hay duda de que tiene talento y formación, además de integridad y valentía. Fue capaz de decirle en su cara al presidente de la Cámara de Diputados que el proyecto que conoce la cámara de diputados que pretende modificar el Código Procesal Penal, sería inconstitucional si se aprueba obligando a los jueces a fijar siempre la prisión preventiva como medida de coerción en los casos de acusaciones graves.

Se destacaron también los magistrados Ramón Horacio González Pérez, Erik Hernández, Wendy Martínez. Esta última señaló que en las altas cortes también se necesitará de profesionales jóvenes y liberales. ¡Y además es poeta! Estuvo brillante, segura, precisa.

Fuera de la carrera, debemos destacar a  Katiuska Jiménez. También a Wilson Gómez, aunque este último forma parte del Poder Judicial en su función de Director Nacional de los Registros de Títulos.

No se puede dejar de mencionar al aspirante magistrado Sergio Ortega, quien siempre será recordado por su voto disidente en la Cámara de Calificación del caso Baninter, a favor de los entonces imputados, y contraria a la posición mayoritaria de las magistradas Katia Miguelina Jiménez y Esther Angelan Casasnova, las que lograron enviar a juicio criminal el famoso caso a pesar de la opinión del aspirante.

El magistrado Ramón Madera utilizó parte de su tiempo para elogiar sin rubor alguno a todos los miembros del CNM.

O el equipo técnico detrás del Consejo no está haciendo su trabajo o los miembros del Consejo no se dejan aconsejar. Se nota una repetición constante de muchas preguntas, lo que debería darle una ventaja a los últimos  aspirantes en ser entrevistados, que al seguir por televisión las entrevistas previas, pueden prepararse mejor para responder. Sin embargo, el magistrado Castellanos indicaba cuál era el camino correcto cuando varias veces señaló que lo que le interesaba de la respuesta era la capacidad de razonar del aspirante por lo que no le era aceptable como respuesta un sí o un no.