La versión más ampliamente divulgada es que el Ministerio Público, que encabeza Miriam Germán Brito, perdió el primer proceso sobre los imputados en el caso Odebrecht, debido a que el Primer Tribunal Colegiado de la Cámara Penal del Distrito Nacional excluyó las llamadas “delaciones premiadas” como pruebas de soborno pagado por la empresa Odebrecht a personajes de la República Dominicana, de los cuales solamente hay seis personas procesadas en este momento.
El rechazo de estas pruebas se debe a que no fueron incorporadas cuando hubo tiempo para hacerlo, en la Procuraduría encabezada por Jean Alain Rodríguez, y cuando el juez supremo que instruyó el proceso, Francisco Ortega Polanco, ordenó al Procurador acudir a Brasil y obtener los interrogatorios de las personas señaladas como testigos de la empresa en la admisión de la entrega de los sobornos.
Contrario a lo que hicieron otros países, que acudieron a Brasil a realizar los interrogatorios, Jean Alain Rodríguez no envió ninguna delegación de sus fiscales a realizarlos, para incorporarlos como parte del proceso. No había interés. El equipo de Miriam Germán ha hecho todo lo posible por salvar el expediente, y seguirá presentando pruebas, al margen de las delaciones premiadas.
¿Es correcta la versión de que el caso Odebrecht I, conocido ahora, se cae si el tribunal rechaza, como lo ha hecho, las delaciones premiadas? Pues no es así, debido a que han sido abundantes otras pruebas en manos de las autoridades para sostener el caso y para que el Tribunal verifique el dolo.
Además, las delaciones premiadas son un legajo de interrogatorios con declaraciones vagas, sutilezas, supuestos, y con muchas frases como “es probable, podría ser, yo creo que…”, que sirven poco en el juzgamiento de los hechos que aquí se analizan, y que tienen sustento en la admisión por parte de la empresa Odebrecht de haber pagado sobornos en 12 países, entre ellos en la República Dominicana, el tercer país donde se pagaron más sobornos luego de Brasil y Venezuela.
Incluso, habría que decir que las delaciones premiadas no tocan a por lo menos dos de las personas imputadas, sobre las que se recopilaron pruebas altamente comprometedoras, y que solamente en los casos de Roberto Rodriguez, Tommy Galán y Andrés Bautista García, y parcialmente Angel Rondón, pudieran ser favorecidos por esta exclusión. ¿Quedaría sin pruebas el Ministerio Público para seguir el caso? No lo creemos, aunque el Tribunal ratifique la decisión que acaba de adoptar con la anulación de las delaciones premiadas.
Una cosa que bien pudiera hacer la Procuraduría General de la República en este momento, es aprovechar estas circunstancias, para desde ahora enviar una comisión de fiscales a investigar y traer interrogatorios desde Brasil, pero no sobre los pagos de los sobornos que está siendo juzgado, sino sobre las sobrevaluaciones de obras construidas por Odebrecht en la República Dominicana, que fueron 17, entre las que se incluye a Punta Catalina.
Es muy pronto para que los imputados en este caso canten victoria, como si en el proceso las delaciones premiadas fueran las únicas pruebas alcanzadas por el Ministerio Público. Como acaba de decir el abogado Francisco Alvarez Valdez, habría que determinar si la omisión de los interrogatorios en Brasil, a los delatores, fue voluntario o un simple error. Debido a que si fue adrede que se hizo la omisión, habría que suponer un interés en la obstrucción de la justicia por parte del anterior Procurador General de la República, Jean Alain Rodríguez. Y eso tiene consecuencias.
Alvarez Valdez lo dijo con estas palabras:
"Porque si son errores voluntarios entonces la sociedad espera una explicación y una investigación y el sometimiento a la justicia de aquellas personas que han boicoteado ese expediente de esa manera, porque eso constituye una verdadera obstrucción de la justicia y está penado por la ley del Ministerio Público".