Celebramos que el presidente Danilo Medina se dirija al país esta noche, y ofrezca su lectura de la pandemia a la que nos enfrentamos, y las decisiones que está desafiado a tomar el gobierno para detener, con audacia, inteligencia y justicia, la expansión de este peligroso desafío para la salud y la economía dominicana.

El equipo designado por el presidente para encabezar la Comisión Nacional contra el Coronavirus ha realizado su trabajo, bajo el liderazgo de Gustavo Montalvo, pero los acontecimientos han sido más dramáticos y poderosos que las decisiones que se han puesto en marcha hasta el momento.

Gustavo Montalvo, como líder de ese equipo, ha dado demostraciones de entrega, compromiso y laboriosidad, y dentro de su equipo es de las personas con mayor claridad en las medidas que han debido asumir. Sin embargo, cuando se es líder de un equipo y se ponen a funcionar mecanismos participativos, siempre hay que atender los criterios de los otros.

Aclarado esto, nos permitimos agregar lo siguiente: La expansión comunitaria del virus, como lo ha admitido este martes el ministro de Salud, Rafael Sánchez Cárdenas, es un desafío al que nos hemos enfrentado desde hace varias semanas y no debe sorprendemos que estemos en ese estadio. Esto va para largo y con consecuencias devastadoras. Lo que está pasando en San Francisco de Macorís es un punto que puede servir de ejemplo, pues como país hemos sido muy flexibles, y se ha permitido un relajamiento inconcebible de las prohibiciones.

Hemos llegado a un punto en que la pandemia de COVID-19 -en transmisión comunitaria- impone acelerar la respuesta para ampliar el diagnóstico y estar en condiciones de identificar grupos o áreas que deban ser aislados inmediatamente. El gobierno está recibiendo pocos insumos y kits de detección, y tiene oferta de los aspirantes a la presidencia (Gonzalo Castillo y Luis Abinader), de apoyo para la adquisición de material médico necesario.

Esperemos que el presidente Medina traiga nuevas ideas esta noche. Un punto a tomar en cuenta es la experiencia coreana para hacer frente al virus. Es el caso más exitoso, pero de por medio está una cultura del cumplimiento y un gobierno con la firme voluntad de hacer las cosas bien. Esa experiencia, sin tomar medidas drásticas de aislamiento, tomó muestras a toda la población y pudo aislar con rapidez a los portadores del virus y así detener la transmisión.

Nuestra gran falla ha sido no aplicar pruebas tempranamente y no aplicar los kits de detección. Cientos, probablemente miles de personas, sienten síntomas y reclaman las pruebas y tardan hasta cinco y seis días para que se les realicen las pruebas. Las expansión del virus sigue su curso si no adoptamos medidas urgentes y firmes, identificando y aislando tempranamente los casos confirmados. Con eso lograremos:

1. Cortar la cadena de transmisión.

2. Lograr que la población afectada no sea demasiado grande y se pueda manejar en lugares destinados para el aislamiento. Recordar que el 80% de los positivos cursará como un proceso gripal sin problemas.

3. A las personas en aislamiento se les dará seguimiento a distancia, en línea para monitoreo de los síntomas y sólo ingresarán en hospitales los casos que presenten complicaciones o que necesiten soporte hospitalario. Además de que se optimizan las camas de los hospitales, el recurso humano capacitado no entrará en agotamiento como se ha visto en otros países.

4. Se evita el colapso de las unidades de cuidado intensivo porque la demanda de atención no se da de golpe, y crecerá en la medida que los infectados requieren asistencia respiratoria, por ejemplo.

5. Ganamos tiempo, porque es muy probable que se acelere la búsqueda de un tratamiento, esfuerzo que está en marcha en manos de laboratorios y centros de investigación al servicio de academias y entidades estatales.

6. Detectar tempranamente, para tener la oportunidad de aislar a los positivos, es fundamental.

7. La comunidad debe ser involucrada para que sea parte de la respuesta, como vigilante y asumiendo las medidas de cuarentena. Esta participación requiere un sistema de comunicación eficiente y convincente.

Las pruebas rápidas, ya anunciadas por Gustavo Montalvo, son la única manera para hacer diagnósticos a gran escala, son confiables y en menos de una hora podemos tener los resultados, aunque la confiabilidad sea apenas de un 80%.

El Peru acaba de comprar más de un millón de esas pruebas para ser usadas en su población.

Varios presidentes gobiernos de países de Europa, el martes, estaban buscando ayuda en Corea del Sur, debido a su buen manejo y control, aún sin tomar medidas extremas.

Manos a la obra. El gobierno tiene que conducir al país por el mejor camino, en este desafío tan peligroso e impredecible.