La tragedia de Polyplas todavía no deja claros asuntos importantes de responsabilidad civil y responsabilidad de las partes involucradas. Las familias de las víctimas, más los terceros afectados en Villas Agrícolas, aparte de quién cubre los costos y daños del desastre en la empresa destruida -si Propagás o el seguro de Polyplas- queda aún por decidirse.

El informe del Cuerpo de Bomberos de Santo Domingo podría servir de base para las demandas civiles y penales de las víctimas. Ese informe comparte la responsabilidad de la empresa suplidora de gas con la empresa receptora del servicio. Según el informe de los Bomberos, el tanquero provocó el siniestro, pero la empresa carecía de sistemas de alarma y no tomó las decisiones oportunas en el momento clave.

La cuestión es ¿Quién cubre los daños de los terceros en la comunidad de Villas Agrícolas? y ¿Quién cubre la necesaria y urgente reparación de los daños a los familiares de las -hasta ahora- ocho personas fallecidas en el accidente?

En una circunstancia normal, el seguro de la empresa siniestrada debía ya comenzar a evaluar los daños de los terceros, porque una gran parte de las familias están viviendo en la intemperie. Polyplas ha afirmado que dado apoyo a los desamparados llevándoles a un hotel del barrio, es apenas un paliativo, pero evidentemente que es no es suficiente. En medio de la tragedia, la gente necesita la certidumbre de que será apoyada, de que podrá reconstruir su situación de vida material destruida. Y los deudos de las personas fallecidas necesitan, y por justicia les corresponde, ser debidamente compensados por los daños sufridos.

El Ministerio de Obras Públicas acudió ya a la comunidad para reparar viviendas destruidas por el siniestro. No corresponde que el Estado comience a brindar apoyo sin que todavía se haya definido el delicado tema de la responsabilidad civil y penal en este asunto. Los seguros estarán muy satisfechos de que sea el gobierno -con dinero público- el que esté solucionando necesidades que debían solventarlas las empresas aseguradoras o sencillamente Propagás y Polyplas.

Hay un conflicto adicional que puede resolverse con la buena voluntad de los que participan de la tragedia y conocen el dolor y las lágrimas que hay involucradas en este caso. Una gran parte de los empleados de Polyplas no lo eran oficialmente: Eran personas contratadas por otra empresa que a su vez brindaba servicios a Polyplas. Esta es una práctica que se ha expandido en la República Dominicana. Empresas grandes subcontratan personal a través de otras empresas, sin asumir los compromisos legales y laborales que se derivan del empleo formal tradicional. Una forma de bajar costos y expandir las ganancias. En la práctica, quienes murieron o resultaron lesionados en Polyplas, estaban ofreciendo servicios a una empresa que debe compensarlos, o a sus familiares, por los daños recibidos en el desempeño de su trabajo.

La Procuraduría General de la República ha anunciado la creación de una comisión para investigar el incendio y actuar, como representante de la sociedad. Lo del anuncio suena a reacción tardía, tratándose de un asunto de urgente interés público. Demasiado tiempo ha transcurrido desde el siniestro. Hay que investigar y actuar, y no permitir que las diferencias entre los propietarios de Propagas y Polyplas afecte a las víctimas de este asunto, dejando en una nebulosa la responsabilidad civil que ambas empresas tienen con las víctimas de esta tragedia.