La carta del presidente Danilo Medina a los presidentes de la Cámara de Diputados, Rubén Maldonado, y del Senado, Reinaldo Pared Pérez, es una ruta para el diálogo y para la búsqueda de un consenso en torno a la ley de Partidos Políticos.
Los argumentos del presidente son válidos. Una ley de partidos es una necesidad y está por encima de los intereses particulares de los líderes políticos, incluyéndolo a él mismo, que reconoce que en su partido, el de la Liberación Dominicana, no hay acuerdo sobre el tema.
Con esta carta el presidente reconoce que no hay posibilidad de que en la Cámara de Diputados se logre mayoría para aprobar la ley o para rechazarla. Ya fuimos testigos cómo fue imposible que la comisión de 13 diputados pudiera sesionar para debatir el punto de las primarias que presentarían como informe al hemiciclo. Diputados seguidores de Danilo Medina se abstuvieron de acudir a la comisión que preside el diputado Henry Merán.
Hay muchos argumentos que pudieran argüirse en este momento para rechazar la carta propuesta de Danilo Medina. Uno es que la carta está dirigida también a Reinaldo Pared Pérez, quien presidió el Senado que aprobó por mayoría “mecànica” la ley de partidos con primarias abiertas y simultáneas. Otra es que como no encuentra la forma de pasar por encima de los diputados, ahora pide negociación. Todo esto puede ser cierto.
Sin embargo, hay aspectos de la carta del presidente que no pueden obviarse. En primer lugar el presidente está reconociendo que no será posible en la Cámara de Diputados aprobar la ley con primarias abiertas, como ocurrió en el Senado. Segundo, que el tiempo está corriendo y existe el riesgo de que no podamos tener ley de partidos para las elecciones del 2020.
En su carta el presidente propone un diálogo y la búsqueda de consenso para que exista ley de partidos que rijan el proceso pre y electoral del 2020. Eso quiere decir que Danilo Medina está de acuerdo en ceder en su posición, y espera que los adversarios de su propuesta también cedan.
La idea ha sido lanzada desde varios sectores. Grupos empresariales, intelectuales, academias, sociedad civil y la propia Junta Central Electoral. Si no es posible ahora decidir sobre las primarias abiertas o cerradas, que no se tome esa posición, que no se imponga a todos los partidos el mismo método. Y tampoco tiene que ser para las elecciones del 2020. Lo que es necesario para el proceso electoral al que nos dirigimos es que haya una ley de partidos políticos. Y eso es lo que nos está diciendo el presidente Medina.
Lo correcto es tomar las palabras al presidente Medina, y que en el ámbito del Congreso Nacional, se pueda auspiciar un consenso que permita dar este paso. Seguro que surgirán muchas ideas, y que ninguno de los partidos trate de aprovechar el momento para sacar ventajas. Que las normas que se aprueben rijan para bien del sistema político y se apliquen para todos. El diálogo debe abrirse.