El caso Odebrecht ha reiniciado en la justicia dominicana. El magistrado Francisco Ortega Polanco, juez de la Suprema Corte de Justicia, dirige la fase preliminar del caso, contra ocho personas que están imputadas.

El caso comenzó en junio del 2015 en Brasil con la detención de Marcelo Odebrecht, y que condujo a los interrogatorios a 77 ejecutivos de Odebrecht, quienes confesaron toda la trama de corrupción que había establecido esa empresa en por lo menos 12 países de Africa y América Latina, entre ellos la República Dominicana.

Varios países han procesado a cientos de personas, ejecutivos de empresas privadas y funcionarios gubernamentales. En algunos casos hasta la Corte Suprema ha sido afectada, y en otros ha habido asesinatos y suicidios. En la República Dominicana el balance es altamente cuestionado, pues la empresa sigue operando en la Construcción de Punta Catalina, ningún ejecutivo ha sido ni será sometido a la justicia, y tampoco hay ningún funcionario o ex funcionario en prisión, ni pareciera que exista posibilidad de que los fiscales vayan más allá de donde han ido, sin tocar el financiamiento ilegal de campañas electorales ni las consabidas sobrevaluaciones de obras en todo el país. El dictamen del Ministerio Público ha sido contundente: en Punta Catalina, la obra más costosa construida por Odebrecht, está fuera de cualquier duda de soborno y no ha sido sobrevalorada.

Ángel Rondón Rijo, el ex representante comercial de Odebrecht en el país, está imputado como receptor de más de 127 millones de dólares que la empresa desembolsaba en cuentas diversas de empresas del señor Rondón. Ha dicho que el Ministerio Público bien pudo ahorrarse muchos de los trámites que ha realizado, pues siempre ha estado dispuesto a una negociación con las autoridades.

Ángel Rondón es la clave del caso. Es la puerta utilizada por Odebrecht para sus negocios oscuros. Nadie desde el gobierno ni desde la Procuraduría General de la República ha planteado la posibilidad de una negociación con el imputado Rondón. Ángel conoce el santo y la seña de todo el mundo. Ángel financió campañas electorales y posiblemente reformas de la Constitución de la República. Los fiscales no quieren oir a Rondón, pero lo han incluido en un expediente acusatorio con el interés de que él no hable ni se defienda. Hay quienes creen que los fiscales han actuado para que el caso sea rechazado por los jueces. Es demasiado malicia junta para aceptar que ello pueda ser cierto.

¿Por qué se niega el Ministerio Público a un acuerdo con Rondón, si él puede ofrecer mucha información sobre el destino final del dinero entregado por Odebrecht como soborno?

Los fiscales de Brasil negociación con Marcelo Odebrecht y casi todos los funcionarios de la empresa acogieron las llamadas delaciones premiadas. El sistema jurídico dominicano acepta ese tipo de negociaciones. ¿No interesa a los fiscales ir más allá de lo que se conoce sobre el caso Odebrecht? El mismo Rondón ha dicho que no puede ser un acuerdo para mentir, sino para que se sepa lo que él tendría que decir. Todavía hay tiempo para que los fiscales acepten negociar.

Esto lo acaba de decir el señor Rondón esta semana:

“Yo siempre he estado abierto a hacer un acuerdo con la Procuraduría, pero un acuerdo que esté dentro de la verdad, no puede ser un acuerdo sobre la premisa de hacer acusaciones falaces”.

Las autoridades tienen claramente establecida la normativa para este tipo de acuerdo. Hay que entender que el proceso que se está siguiendo a los imputados es una pantomima, y al final a nada contribuirá con el esclarecimiento de este inmenso caso de corrupción y simulación al que nos han sometido a todos los dominicanos.