Ante el aumento de casos de Covid-19 y del porcentaje de ocupación hospitalaria en la capital dominicana, la Dirección General de Epidemiología (DIGEPI), del Ministerio de Salud, emitió una alerta epidemiológica.
Es oportuno reflexionar y hacer un balance sobre la situación de la República Dominicana frente a la pandemia.
Hemos logrado avanzar relativamente rápido en la vacunación de la población. De hecho, en las Américas son pocos los países que han logrado el porcentaje de vacunas que registra la República Dominicana. Ese es un hecho innegable, digno de encomio.
Pero al unísono hemos visto que en varias ciudades, sobre todo en el Distrito Nacional y en los municipios de la provincia Santo Domingo, el número de personas contagiadas aumenta, y de la misma manera la cantidad de personas internadas en unidades de cuidados intensivos.
Y lo más preocupante es que se percibe en la ciudadanía la idea, errónea, de que lo peor ha pasado y que las medidas de prevención ya no son tan necesarias. Cada día hay más fiestas y reuniones masivas, en las cuales muy pocos mantienen el uso de las mascarillas y el necesario distanciamiento interpersonal.
El propio presidente Luis Abinader admitió en la entrevista difundida el miércoles el impacto negativo de la pandemia sobre el sistema de salud.
Tal vez no sea adecuado volver a las medidas extremas, con toque de queda desde las primeras horas de la tarde y el trabajo presencial con el personal mínimo necesario, tanto en el Estado como en el sector privado.
Creemos, eso sí, que deben de reforzarse la vigilancia y la exigencia, de parte de las autoridades, para que la gente entienda que no debe relajar las restricciones y precauciones indispensables para no exponerse al contagio de Covid-19.