El Ministerio de Cultura ha reaccionado lavandose las manos ante el conflicto que ocasionan autoridades locales de San Pedro de Macorís al prohibir las manifestaciones de Gagá y Guloyas.
Es sorprendente el silencio del Ministerio de Cultura. Ha dicho el Ministro Pedro Vergés que el Ministerio bajo su dirección “tiene la misión de promover y defender la cultura”, y que sobre ese conflicto no ha sido consultado. Y guarda silencio.
Es una aberración que ante la evidente ola de persecución y odio contra las comunidades de domínico haitianos, y de migrantes de las diversas islas del Caribe, el Ministerio de Cultura mantenga el silencio, y se lave las manos como lo acaba de hacer, diciendo que no ha sido consultado.
Si de verdad el Ministerio de Cultura tiene la obligación de promover y defender la “cultura”, hace rato que debió rechazar la prohibición de las autoridades de San Pedro de Macorís, porque las expresiones de Gagá y de los Guloyas son parte de la cultura dominicana, que es híbrida, diversa, rica y está relacionada directamente con las demás culturas del Caribe, al igual que tiene vinculación con las culturas de los esclavos africanos que fueron traidos por las potencias europeas, y que termiraron formando una nueva cultura en que lo africano es local y lo local es híbrido con lo que es local en Puerto Rico, Cuba, Jamaica, las costas caribeñas colombianas y venezolanas.
No le corresponde al Ministerio de Cultura lavarse las manos como lo acaba de hacer el ministro Vergés, a menos que él y su ministerio consideren que lo cultural dominicano es lo que exclusivamente se desprende de la herencia española, que nos colonizó y marcó tantas heridas en el alma identitaria del dominicano de hoy, esencialmente mulato, negro, indio, blanco, enriquecido con las culturas asiáticas y del medio oriente que también nos ayudaron a conformar una identidad enriquecida, que todo el mundo conoce como dominicana.
Cruzarse de brazos como lo hace ahora con el tema de los Guloyas y el Gagá es una gran irresponsabilidad del Ministerio de Cultura. Es irresponsabilidad porque estamos ante una cobardía frente a los grupos locales que, como en Pedernales, presionan contra las migraciones que durante cientos de años han enriquecido la cultura dominicana. ¿Será por eso que a un poeta de la dimensión de Norberto James Rawlings no le han otorgado el Premio Nacional de Literatura?
El comunicado del Ministerio de Cultura se queda en unas explicaciones sin sustancia, reiterando lo que dice la ley y el rol que se le atribuye para promover y proteger la cultura, pero lo más importante, que ante un atentado a una de las expresiones más sólidas de la cultura dominicana, y de la región este, cierra su boca como si no se tratara de un intento de liquidación de los Guloyas y el Gagá.