Este domingo se registró el primer caso de Coronavirus en la República Dominicana. Entramos en la lista de países que ya registran casos, siendo China la principal nación afectada, con 80,026 casos reconocidos y 2,803 muertes admitidas.
Después del registro y reconocimiento de un caso, procedente de Italia, por parte de la República Dominicana, han entrado en la lista con un primer caso los siguientes países: Macedonia, Luxemburgo, Mónaco, Belarus, Nueva Zelandia, Estonia y Sri Lanka.
La letalidad de este virus es de las más reducidas del espectro de virus contagiosos que existen: apenas un 2 por ciento, y las personas que más resultan vulnerables son los adultos mayores, por encima de los 70 años, además de los que teniendo esa edad padecen de afecciones cardíacas y diabetes.
El pánico, sin embargo, es generalizado. Han contribuido con el pánico las redes sociales, que son el medio de divulgación de la mayor cantidad de mentiras y fábrica de rumores, y que lamentablemente han aplastado la voluntad y orientaciones de los gobiernos, los organismos autorizados como la Organización Mundial de la Salud, y las voces de los especialistas y profesionales de todo el mundo, que junto a los centros de investigación, universidades, sociedades especializadas han producido material de orientación, sustentados científicamente, pero que pocos han hecho caso, por el aluvión de versiones que las redes siguen divulgando.
En el caso dominicano pareciera que había gente deseosas de que el virus llegara a la República Dominicana. Ya está aquí y fue confirmado por las autoridades de salud ¿Satisfechos?
Ahora nos toca manejar la crisis que implica especialmente el pánico de la población dominicana con el coronavirus. Luego estará el manejo de los casos. Ese paciente 1, de 62 años, procedente de Italia, que llegó por el Este del país, que estuvo varios días en un hotel, que compartió con cientos de otros ciudadanos, dominicanos y extranjeros, que a su vez pudieron recibir contagio y que son portadores por los próximos días, antes de que se detecte que lo son, porque sus síntomas aún no aparecen.
La OMS ha dicho que estamos ante una pandemia. Países como Ecuador, México, Brasil, Estados Unidos tienen cada día más casos admitidos. Corresponde a las autoridades realizar una buena campaña de promoción y orientación sobre las medidas preventivas más eficaces, para que el virus no se expanda rápidamente, en lo que nos llega una vacuna efectiva. Las políticas públicas, de cuarentena a los sospechosos de ser portadores del virus, deben ponerse en práctica. Epidemiólogos y otros especialistas deben ser convocados por el Ministerio de Salud Pública y otros organismos, como el Ministerio de Turismo, asociaciones de importadores y exportadores, para que contribuyan en la búsqueda de opciones plausibles de combate a este virus.
Mientras tanto, preparémonos para un impacto negativo sobre el turismo, una actividad económica fundamental en nuestro país, y para hacer frente a una reducción de nuestras exportaciones, y a la devolución de ciudadanos dominicanos que tengan responsabilidades y compromisos internacionales, por las razones que sean para el viaje.
El compromiso es no causar pánico, y las autoridades deberán evitar que sus mensajes reflejen ese componente traumático y doloroso del miedo en una sociedad ya contagiada por el coronavirus. Reducir el impacto de este virus será difícil, en particular para un gobierno que está despidiéndose, para un país en medio de una campaña electoral, con elecciones municipales el 15 de marzo, y presidenciales el 17 de mayo.
Serenidad, información preventiva, honestidad y buena fe son elementos valiosísimos hoy día. El rol de las autoridades de Salud es el más decisivo en estos momentos. Su credibilidad y oportuno manejo de la situación puede ahorrarnos muchos problemas como nación.